
3 cosas que debes saber sobre Ester
15 septiembre, 20253 cosas que debes saber sobre Sofonías

Este artículo forma parte de la colección 3 cosas que debes saber.
Sofonías es un libro extraordinariamente sofisticado, lleno de reversiones intrincadas, poesía maravillosa, promesas profundas y advertencias severas. Profetizando hacia el fin del Reino del Sur, el mensaje de Sofonías es en gran medida uno de juicio que el Señor ejecutará primero sobre Judá a través del exilio (Sof 1:4-6), pero también de manera universal en el último día contra toda la humanidad (Sof 1:2-3), constituyendo la mayor parte del libro (Sof 1:2-3:8). Y, sin embargo, aunque Sofonías se enfoca en el juicio, finalmente lleva al lector a encontrar esperanza en las promesas de Dios de redimir a Su pueblo (Sof 3:9–20). Tres aspectos nos ayudan a comprender mejor cómo Sofonías presenta su mensaje profético de juicio y esperanza.
1. Sofonías está lleno de alusiones a libros anteriores del Antiguo Testamento.
Si deseas comprender el libro de Sofonías, el mejor consejo que puedo darte es que conozcas bien tu Biblia. El ministerio profético de Sofonías está lleno de alusiones a pasajes anteriores del Antiguo Testamento que proporcionan la clave para comprender su mensaje. Algunos ejemplos ilustran este punto:
- En Sofonías 1:2-3, observamos una inversión de Génesis 1, donde Sofonías hace referencia a la creación en orden inverso como una imagen de juicio y destrucción. Mientras que Génesis 1 registra los orígenes de todas las cosas en la obra creativa de Dios, Sofonías profetiza una «eliminación» universal de todas las cosas en juicio. Aludiendo a Génesis 1, el profeta también se basa en este pasaje en la referencia final sobre la eliminación de «los tropiezos (es decir, ídolos) con los impíos». Es el hombre, en su malvada idolatría, quien provoca el juicio.
- En Sofonías 1:9, se hace referencia al castigo de Dios sobre aquellos que «saltan sobre el umbral». Aquí, Sofonías toma como referencia la adoración filistea en el templo de Dagón (1 S 5:5) y describe al pueblo de Dios adorándolo de manera similar, combinando la adoración al único Dios verdadero con prácticas paganas. Esta alusión no solo explica la adoración sincretista de Israel como una de las razones del juicio de Dios, sino que también identifica la siguiente mención de la “casa de su señor” como el templo, el cual está lleno de «violencia y engaño» a causa de la adoración falsa.
- En Sofonías 2:15, Asiria dice: «Yo soy, y no hay otra más que yo», lo cual proviene de un estribillo en Isaías 40–48 donde Dios es el que «es» y «no hay ningún otro» (ver Is 44:6; 45:5, 6, 14, 18, 21; 46:9). El pecado de Asiria es la arrogante y blasfema auto exaltación en la que se identifican a sí mismos como Dios.
- En Sofonías 2:4-15, una buena parte del «oráculo contra las naciones» de Sofonías se basa en la tabla de naciones de Génesis 10.
- En Sofonías 3:9-12, la redención es una reversión de Babel (Gn 11:1-9).
Estas alusiones, junto con muchas más, demuestran que Sofonías está impregnado de otros pasajes del Antiguo Testamento.
2. El día del Señor es uno de juicio y restauración.
Uno de los temas más importantes en Sofonías es el «día del Señor», una frase que aparece dieciséis veces en el Antiguo Testamento, de las cuales tres se encuentran en Sofonías (Sof 1:7, 14). Otras frases también llevan al lector de regreso al lenguaje exacto del «día del Señor», como las referencias al «día» (veinte referencias), «en ese tiempo» (cuatro referencias) o simplemente «entonces» (dos referencias), sumando un total de veintinueve referencias explícitas al día del Señor. Los estudiosos se han preguntado durante mucho tiempo qué es el día del Señor, proponiendo como teorías principales que se trata de un día de rito religioso, de guerra santa, de teofanía, de pacto o de alguna combinación de estos elementos.
Sofonías contribuye a esta discusión al ofrecernos una idea más fundamental de este «día». Si bien cada uno de esos elementos propuestos por las teorías académicas está presente en Sofonías, él presenta el concepto como la realidad más fundamental de la venida del Señor. El día del Señor en Sofonías es el día en que el Dios del cielo se despierta de Su templo celestial utilizando elementos religiosos (Sof 1:7, 9), viene como el guerrero divino al frente de Sus huestes celestiales (Sof 1:7, 14, 16), aplica las maldiciones y bendiciones del pacto (Sof 1:13, 18; 3:19–20), y se acerca en gloria teofánica (Sof 1:15). El día del Señor es, en su esencia más fundamental, el día de Su venida. Es la esperanza bienaventurada para aquellos que tienen fe, ya que son llevados al monte de Dios (Sof 3:11), donde habitan seguros eternamente (Sof 3:9-20), pero es el temido día de la ira para los malvados (Sof 1:2-18, 2:4-3:8).
3. La humildad y el orgullo son temas clave.
Finalmente, el motivo del día del Señor en Sofonías se une a su idea teológica clave de una inversión de destinos para los orgullosos y los humildes. La orgullosa auto exaltación es la principal razón del juicio en el día del Señor. Después de pronunciar maldiciones contra Moab en respuesta a sus jactanciosas burlas contra el pueblo de Dios, Sofonías declara explícitamente:
«Esto les sucederá por su orgullo,
porque se burlaron y
se jactaron contra el pueblo del Señor de los ejércitos» (Sof. 2:10).
Los orgullosos son aquellos que serán «quitados» del monte santo del Señor (Sof 3:11). No solo los orgullosos se exaltan a sí mismos, sino que su orgullo lleva consigo una correspondiente autoexaltación blasfema y jactanciosa. La nación de Asiria es descrita como una «ciudad exultante» que se apropia del estribillo mencionado anteriormente en Isaías 40–48 sobre quién es Dios: «el que es y no hay otro» (Sof. 2:15). La orgullosa auto exaltación se manifiesta en una blasfema auto adulación. Pero en el día del Señor, aquellos que se exalten a sí mismos y se regocijen en sí mismos serán humillados.
La redención en Sofonías, sin embargo, es la exaltación de los humildes que se glorían en el Señor. El cambio de juicio a salvación en Sofonías 3:9 se manifiesta en una reunión de adoradores de todas las naciones, a quienes Sofonías describe como «un pueblo humilde y pobre» (Sof 3:12). No se glorían en sí mismos, sino que «invocan el nombre del Señor» para su salvación (Sof 3:9). Los humildes no se glorían en sí mismos, sino que adoran al Señor y se regocijan en Él (Sof 3:14). Además, en una imagen de la maravilla del amor de Dios y la exaltación de los humildes, ¡el Señor se regocija sobre los humildes en Sofonías 3:17!
Aunque por un tiempo el pueblo de Dios puede ser descrito como los «cojos» o los «desterrados» (Sof 3:19) contra quienes las naciones se engrandecen (Sof 2:8) y avergüenzan (Sof 3:19), la promesa de Dios es que Él exaltará a los humildes y les dará «renombre y alabanza entre todos los pueblos de la tierra» (Sof 3:19, 20). En efecto, la exhortación clave se encuentra en Sofonías 2:3, donde se nos insta a buscar «la justicia», buscar «la humildad», lo cual, en esencia, es un llamado a buscar «al Señor».
En resumen, podemos decir que el mensaje teológico de Sofonías, representado a través de múltiples conexiones con otros textos del Antiguo Testamento, es que en el día del Señor, «cualquiera que se engrandece, será humillado, y cualquiera que se humille, será engrandecido» (Mt 23:12).
soberanía de Dios, el carácter inviolable del pacto de Dios, la certeza de la justicia de Dios y la maravilla de la gracia abundante de Dios.