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Un renacimiento occidental
6 noviembre, 2021
El trauma de la santidad
9 noviembre, 2021¿Ha enterrado la ciencia a Dios?
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Una de las maneras más comunes de evaluar la relación entre la ciencia y la fe es mediante la tesis de conflicto, la cual supone que existe un conflicto inherente entre ambas. Esta tesis de conflicto se hizo popular en el siglo XIX por medio de John William Draper y Andrew Dickson White. A pesar de la poca erudición evidente en estas obras, la tesis de conflicto ha perdurado tanto entre los creyentes como entre los no creyentes. Hoy en día, algunos científicos, incluyendo a Peter Atkins, Daniel Dennett y Richard Dawkins, afirman que ya no debería haber ningún conflicto, puesto que la ciencia nos ha mostrado que Dios no existe o que Dios casi con toda seguridad no existe.
No todos los científicos apoyan la tesis de conflicto. Hay científicos creyentes, como Francis Collins y John Polkinghorne, que sostienen que la ciencia y la fe son complementarias. Otros, como el ateo Stephen Jay Gould, sostienen que la ciencia y la fe pueden coexistir porque tratan temas completamente distintos o, como lo llama Gould, «magisterios que no se superponen». En pocas palabras, ni siquiera entre los mismos científicos hay acuerdo sobre este tema. No obstante, los puntos de vista de hombres como Dawkins, Dennett y Atkins han llegado a ser los más difundidos, y gracias a esto hoy en día hay muchos que se preguntan si la ciencia verdaderamente ha demostrado que Dios no existe.
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Numerosos libros han sido publicados con la intención de responder esa pregunta. Muchos de ellos son bastante buenos pero, sin lugar a dudas, entre los dos o tres mejores está uno nuevo y fácil de entender, escrito por el Dr. John C. Lennox, titulado God’s Undertaker: Has Science Buried God? [¿Ha enterrado la ciencia a Dios?]. El Dr. Lennox ha obtenido títulos de doctorado en las universidades de Oxford, Cambridge y Wales. Actualmente, es maestro de matemáticas en la Universidad de Oxford y miembro tanto del departamento de matemáticas como del de filosofía de la ciencia en el Green Templeton College, ubicado en Oxford. Él logró cierto reconocimiento recientemente en los Estados Unidos por su participación en un debate muy publicitado contra Richard Dawkins que tuvo lugar en Birmingham, Alabama. El libro God’s Undertaker: Has Science Buried God? [¿Ha enterrado la ciencia a Dios?] es su respuesta a los argumentos presentados por los científicos ateos dogmáticos.
God’s Undertaker: Has Science Buried God? [¿Ha enterrado la ciencia a Dios?] contiene once capítulos relativamente cortos. En su primer capítulo, Lennox demuestra que el verdadero conflicto que existe no es entre la ciencia y la fe, sino entre dos cosmovisiones que se oponen: el naturalismo y el teísmo. Esto es importante porque son las presuposiciones no probadas del naturalismo, en vez de las evidencias empíricas, las que constituyen la base de muchos de los argumentos que presentan los científicos ateos. En el capítulo dos, Lennox trata con los asuntos difíciles y controversiales que rodean la definición de «ciencia», mientras que en el capítulo tres se enfrenta al reduccionismo materialista de algunos científicos. El capítulo cuatro expone algunos de los múltiples datos sobre nuestro universo, los cuales, en vez de guiarnos lejos de la idea de Dios, nos provee evidencias sobre Su existencia.
La mayoría de los demás capítulos abordan diferentes argumentos sobre la ciencia biológica. Lennox examina y encuentra deficiente la manera en que Dawkins y otros defienden que la teoría de Darwin desmiente la existencia de Dios. En el capítulo seis, Lennox se enfoca detalladamente en algunas de las muchas fallas de la síntesis neodarwiniana. Él reconoce que al atreverse a cuestionar la ortodoxia evolucionista probablemente resultaría en ser declarado como lunático ante los sumos sacerdotes de la inquisición darwinista, así que, por si acaso, él preparó su propio epitafio, el cual dice: «Aquí se encuentran los restos de John Lennox. ¿Me preguntas por qué está él en esta caja? Él murió a causa de algo peor que la viruela: la heterodoxia al darwinismo». Los siguientes capítulos abordan los problemas relacionados con una interpretación naturalista sobre el origen de la vida y de la información del código genético, en particular, el uso repetido de los argumentos del «Darwin de las brechas» por parte de los ateos. En el capítulo diez, Lennox presenta evidencias devastadoras sobre la naturaleza contradictoria de algunas de las ideas de Dawkins con respecto a cómo pudo haberse originado la vida.
Estos temas se han examinado muchas veces en muchos libros, pero raras veces han sido explicados con tanta claridad como en este. En contraste a los desvaríos irracionales y estridentes de algunas de las obras recientes escritas por los nuevos ateístas, Lennox aborda el tema calmada y racionalmente, desarmando punto por punto las afirmaciones frecuentemente absurdas de ellos. Este es uno de esos libros que solo aparecen de vez en cuando y que no solo debes leer, sino que también necesitas compartirlo con tus hijos y nietos en la escuela secundaria y la universidad. Hoy en día, las afirmaciones metafísicas de científicos ateos son uno de los retos principales que enfrentan los jóvenes y adultos por igual. Lee este libro y descubre por qué tantas de esas afirmaciones son vacías.