Recibir la revelación
17 octubre, 2023Disfrutar de la comunión con Dios
17 octubre, 2023Añorar la comunión
Hablamos de Dios como el Dios inmortal, invisible y omnisciente. Esta serie de atributos produce cierto consuelo y no poca consternación.
Me alegro de que Dios sea inmortal. Significa sencillamente que Él no puede morir, por lo tanto, nunca morirá. No tengo que preocuparme por que Él se desgaste o sea reemplazado. Su trono está establecido para siempre. Él reina eternamente en Su omnipotencia. Estas son buenas noticias para una humanidad que perece.
También me alegro de que Él sea omnisciente. Esto lo distingue de todo hombre. Fue Aristóteles quien enseñó que en el cerebro de todo hombre sabio se podía encontrar el rincón del necio. No hay ningún rincón necio en la mente de Dios. Encuentro consuelo en la certeza de que Aquel que gobierna los asuntos del universo no es dado a cometer errores ni a caer en la incompetencia. Me regocijo en la sabiduría de Dios y en Su poder eterno.
Es su invisibilidad persistente lo que me entristece. Como criaturas sensoriales, nos cuesta disfrutar una comunión con Alguien que no puede ser visto, oído, saboreado, tocado ni olido. Dios permanece fuera del alcance de mis sentidos. Entonces ¿cómo puedo relacionarme íntimamente con Él? Mi corazón anhela la comunión con Él. Anhelo escuchar Su voz como el sonido de muchas aguas y vislumbrar Su gloria refulgente.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
¿Tienes un conocimiento personal e íntimo de Dios? Pídele a Dios una revelación nueva y más profunda.
Para estudiar más a fondo
Salmo 119:174
Salmo 116:2