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25 junio, 20253 cosas que debes saber sobre Colosenses

Este artículo forma parte de la colección 3 cosas que debes saber.
No podemos comprender un correo electrónico o un mensaje de texto a menos que conozcamos su trasfondo, contexto y propósito. De manera similar, no podemos comprender la carta de Pablo a los Colosenses a menos que entendamos su trasfondo, contexto y propósito.
Detrás de la carta de Pablo a los Colosenses, estaba su preocupación de que las falsas enseñanzas estuvieran socavando la fe y la práctica de los creyentes colosenses. A estos falsos maestros se les llamaba gnósticos («conocedores» o «sabelotodos») porque creían que el camino hacia la salvación era un conocimiento especial y adicional que elevaba a las élites espirituales del mundo material al mundo divino.
No es sorprendente, entonces, que los tres temas clave de Colosenses estén todos relacionados con las tres enseñanzas principales de los gnósticos.
1. Cristo es supremo.
Los gnósticos enseñaban que existía una jerarquía compleja de seres espirituales divinos y que el más bajo de ellos creó el mundo material. Por lo tanto, cualquier cosa física tenía poco valor.
Pablo establece la posición suprema y la autoridad de Cristo sobre todo al identificarlo como la imagen perfecta de Dios, con la primacía sobre toda la creación, ya que Él creó todas las cosas, tanto el mundo material como el mundo espiritual (Col 1:15-16). Él no solo creó el mundo físico y se desentendió de él, sino que en cambio lo mantiene unido, al sustentar y dirigir todo el universo (Col 1:17). Él también ocupa la posición suprema de autoridad sobre la iglesia porque, en Su encarnación, unió la plenitud de Dios con una humanidad completamente corporal, y entonces sufrió, murió y resucitó en ese cuerpo para reconciliar a los pecadores con Dios (Col 1:18-20).
Pablo les estaba diciendo a los colosenses: «No escuchen a los gnósticos. La Deidad suprema es Cristo, no algún otro ser espiritual. El mundo físico no fue creado por el ser espiritual más bajo, sino por este Cristo supremo. Este supremo Cristo entró en el mundo físico en un cuerpo físico. Este Cristo supremo hizo todo esto para reconciliar el mundo físico con Dios. ¿Ven cuán valioso es lo físico para Dios? No desprecien el cuerpo ni el mundo material; más bien valoren y honren esto como la creación de Dios que Él quiere salvar».
2. Cristo es suficiente.
Los gnósticos enseñaban que la salvación se obtenía al acceder a un conocimiento secreto especial (llamado _gnosis_), al cual solo unos pocos elegidos podían llegar mediante percepciones poco comunes y experiencias místicas (Col 2:1-3). Ellos creían que podían salvarse a sí mismos.
Por lo tanto, Pablo dirigió a los colosenses a la fe en Cristo, y en Él solo, como la única fuente de sabiduría abundante y salvadora. Les advirtió contra cualquier enseñanza que los apartara de la suficiencia de Cristo y los condujera a filosofías, tradiciones o prácticas mundanas (Col 2:4-9). En Cristo está la plenitud y, por lo tanto, los cristianos están completos en Él (Col 2:10). No se requiere nada más para la salvación o la santificación que la fe en Cristo crucificado (Col 2:11-15). Ningún conocimiento adicional, práctica, experiencia o ángel puede añadir algo a Cristo. Él es completo, y nosotros estamos completos en Él (Col 2:16-23).
Pablo les estaba diciendo a los colosenses: «Si tienes a Cristo, tienes suficiente. Cualquier cosa que le añadas a Él solo le restará. Encuentra descanso completo en el Cristo completo».
3. Cristo es nuestra identidad
Debido a que los gnósticos despreciaban el mundo material, también despreciaban la ética en este mundo. La salvación consistía en escapar de este mundo físico y entrar al mundo espiritual. Para ellos, nuestras acciones físicas en el mundo material no tenían importancia.
En contraposición a esto, Pablo enseñó que, dado que los cristianos han sido sepultados y resucitados con Cristo, ellos tienen una nueva identidad en este mundo (Col 3:1-4). Con esa nueva identidad viene un nuevo estilo de vida, un nueva forma de abordar al mundo y nuestras vidas en él. La antigua identidad de los caminos mundanos debe ser desechada y la nueva identidad en Cristo debe ser adoptada (Col 3:5-17). Los lineamientos generales de esa identidad se desarrollan luego con instrucciones muy específicas para esposas, esposos, hijos, empleados y empleadores (Col 3:18–4:6).
La exhortación de Pablo a los cristianos de Colosas podría resumirse de la siguiente manera: «No se dejen desviar por el enfoque exclusivo de los gnósticos en el mundo espiritual. La supremacía de Cristo sobre el mundo material significa que deben vivir bajo Su señorío en sus cuerpos materiales en este mundo material. Y la suficiencia de Cristo significa que ustedes tienen una identidad nueva, completa y satisfactoria en Él, la cual debe evidenciarse en sus relaciones en este mundo».
¿Cómo, entonces, podemos vivir bajo el señorío supremo de Cristo, encontrar plenitud en el Cristo completo y manifestar nuestra nueva identidad en Cristo con un nuevo estilo de vida para Cristo? Observa las primeras y últimas palabras de Pablo a los colosenses: «Gracia a ustedes» (Col 1:2; 4:18).