
3 cosas que debes saber sobre Santiago
5 septiembre, 20253 cosas que debes saber sobre Zacarías

Este artículo forma parte de la colección 3 cosas que debes saber.
1. Lo primero que debes saber acerca de Zacarías es la identidad del hombre.
Zacarías era un nombre común en el Antiguo Testamento, pero el primer versículo lo identifica específicamente como «hijo de Berequías, hijo de Iddo». Según Nehemías 12:1-4, Iddo fue uno de los sacerdotes que regresaron a Palestina junto con Zorobabel después del cautiverio babilónico. La primera tarea para aquellos que regresaron a Judá después del exilio fue reconstruir el templo que había sido destruido por los babilonios. Bajo el liderazgo de Zorobabel, la obra prosperó al principio, pero luego se estancó debido a la presión externa y la apatía interna (Esd 4, 5). Iddo, el abuelo de Zacarías, habría estado involucrado en el trabajo inicial del templo. Zacarías desempeñó un papel fundamental para que la obra llegara a su culminación. Irónicamente, y según lo declara Jesús (Mt 23:35-37), Zacarías fue asesinado en el mismo templo en cuya reconstrucción él había tenido tanta influencia.
Pero antes de su asesinato Zacarías tuvo un extenso ministerio. Fechó sus primeros mensajes (Zac 1–6) en el segundo año de Darío, lo que se calcula como el año 520 a.C. Fechó su segunda serie (Zac 7–8) dos años después, durante el cuarto año de Darío (518 a.C.). Los capítulos 9 al 14 no están fechados, pero las referencias a Grecia (Zac 9:13) sugieren una fecha posterior, muy probablemente entre 480 y 470 a.C. En total, Zacarías profetizó durante aproximadamente cincuenta años.
2. La segunda cosa que debes saber acerca de Zacarías concierne a su mensaje.
El cautiverio babilónico había terminado, pero el pueblo no estaba experimentando la bendición ni la prosperidad que había esperado. Enfrentaron oposición de los samaritanos, desolación en la tierra, trabajo arduo y dificultades. La situación parecía ser desesperada; daba la impresión de que el Señor se había olvidado de ellos. El nombre de Zacarías significa «el Señor recuerda», y tan solo escuchar su nombre habría sido un recordatorio para el pueblo de que el Señor no los había olvidado.
El tema principal de la predicación de Zacarías era la esperanza en el propósito infalible de Dios. La esperanza es la perspectiva futura de la fe. Como toda verdadera fe, la esperanza es objetiva, y su objeto determina su valor. La esperanza no es un deseo tembloroso, vacilante, que descansa en la suerte. Por el contrario, es una expectativa confiada de que las promesas de Dios no pueden ser otra cosa que verdaderas. La mirada dirigida hacia Dios es el secreto de la esperanza, por eso Zacarías dirige al pueblo hacia Dios: Su poder, Su autoridad, Su fidelidad al pacto y Su Cristo.
Con este enfoque en la esperanza, no es sorprendente que Zacarías se encuentre entre los libros más específicos y explícitamente mesiánicos de todo el Antiguo Testamento. Enfocarse en el propósito redentor de Dios para revertir la maldición en y a través de Cristo fue clave para fomentar y reavivar la esperanza en un pueblo que, en muchos aspectos, había perdido la esperanza debido a las desilusiones del momento. Ver a Cristo era contemplar el corazón de la promesa de Dios y tener la certeza de cada una de Sus palabras, porque todas las promesas de Dios son sí y amén en Cristo (2 Co 1:20).
Al dirigir la atención hacia el Cristo venidero, lo más notable en Zacarías es su enfoque en las funciones mediadoras de Cristo como el Profeta, Sacerdote y Rey ideal. Su oficio profético como representante de Dios es evidente en Zacarías 13:7, donde el Señor de los Ejércitos se refiere al Mesías como «Mi Pastor» y al hombre poderoso que es Su igual, a quien Él mismo hiere. Mateo 26:31 conecta esto directamente con Cristo y la cruz. También guarda paralelismo con la exposición de Cristo sobre el Buen Pastor, donde Él declara que da Su vida por las ovejas y que Él y Su Padre son uno (Jn 10:30). El ministerio sacerdotal se hace más explícito en el significativo título mesiánico «el Renuevo», que aparece en Zacarías 3:8 y Zacarías 6:12, en analogía con Josué, el sumo sacerdote. Además, toda la visión de Josué ante el tribunal celestial es una hermosa representación de cómo Dios perdona y justifica a los pecadores: la necesidad de la justificación es grande, el acto de justificación es misericordioso, el fundamento de la justificación (el Renuevo) es sólido y la exigencia de la justificación es lógica. La realeza de Cristo se observa en Zacarías 10:4 (la piedra angular, la clavija, el arco de guerra, el gobernante absoluto) y en Zacarías 9:9, la profecía cumplida de manera tan específica el Domingo de Ramos. Los aspectos del reinado asociados con la segunda venida de Cristo también forman parte de la esperanza (Zac 14). No sería en absoluto exagerado designar esta profecía como «El Evangelio según Zacarías».
3. La tercera cosa que debes saber acerca de Zacarías concierne a su método.
Zacarías 1:1 dice que la palabra del Señor vino a Zacarías. Una de las maneras en que la palabra llegó fue a través de visiones. Los primeros seis capítulos registran una serie de visiones que ofrecen una vista panorámica del propósito de Dios para Su pueblo, desde las circunstancias inmediatas del día hasta la consumación final.
Aparte del mensaje revelado, Zacarías es un manual sobre cómo Dios reveló Su palabra a través de visiones. Primero, las visiones eran personales e internas. Solo el profeta podía verlas. En segundo lugar, el receptor de la visión fue un participante activo. Zacarías conversó con un ángel intérprete que le dio instrucciones sobre el significado de la visión. En tercer lugar, las visiones eran altamente simbólicas. Los caballos de colores, los cuatro artesanos, los candelabros y los olivos, los rollos voladores y los carros de guerra cargados de caballos, todos apuntaban a alguna realidad espiritual.
Otra característica del método de Zacarías era el tono apocalíptico, un tipo de predicción que abordaba el futuro lejano, incluyendo la consumación final. El mensaje de Zacarías, por lo tanto, trasciende a Israel después del exilio. Él asegura a la iglesia que Dios tiene el control y que todo está encaminado para cumplir el plan y propósito eterno de Dios.