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24 agosto, 2023Pastoreando los corderos

El Gran Pastor de las ovejas dijo: «Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como estos es el reino de los cielos» (Mt 19:14). En su labor de pastoreo, ¿cómo pueden los ancianos cuidar y alimentar a los corderos de Dios?
Desarrolla la memoria bíblica entre los jóvenes. Los pequeños son como esponjas que absorben lo que se les presenta. Dirigir las aguas puras de la Palabra de Dios a sus mentes a través de la memorización de la Escritura es un trabajo importante. ¿Cómo se puede lograr esto?
Los ancianos pueden desarrollar un programa de memorización que toda la congregación se anime a seguir. Las clases de la iglesia pueden estructurarse de modo que la memorización de la Biblia forme parte del plan de estudios. En el culto familiar se puede enfatizar la necesidad de memorizar la Escritura recitando o cantando salmos. Se puede animar a los jóvenes a memorizar libros de la Biblia y recompensarlos cuando lo hagan.
Explica las Escrituras con sencillez. Desde el púlpito y en otros escenarios, los pastores y ancianos deben esforzarse por enseñar las Escrituras de modo que los niños pequeños que estén presentes puedan entenderlas.
El Espíritu de Dios bendice a los niños para que amen la Biblia cuando se les enseña de manera apropiada para su edad. Contar historias con entusiasmo desde el púlpito puede hacer que los pequeños se queden quietos de repente. Los ojos de los jóvenes se abren de horror al oír que Caín mató a su hermano Abel o que Daniel fue arrojado al foso de los leones. Ya sea predicando, dirigiendo el culto familiar en casa o enseñando estudios bíblicos, no hay nada como una parábola o una historia para transmitir la verdad. ¿No es así como está escrita la Biblia? ¿No es así como predicó Jesús? ¿Y no es así como los líderes de la iglesia deben alimentar a los corderos?
Predica el evangelio visible. Un gran momento de enseñanza para los niños ocurre cuando se observan los sacramentos del bautismo y la Cena del Señor. Al igual que se instruyó a Israel en la Pascua para que explicara lo que sucedía «cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa este rito para ustedes?”» (Éx 12:26), así también los ancianos de la iglesia deben enseñar a la generación venidera el evangelio a través de los sacramentos. Explicar el lavado del Espíritu en el bautismo y el alimento espiritual de la comunión de manera que los niños lo entiendan es esencial durante estos momentos especiales de la vida de la iglesia. Los ancianos pueden animar a las familias a hablar de los sacramentos con sus hijos.
Desarrolla una formación bíblica especial para los jóvenes. Con demasiada frecuencia, las iglesias se conforman con poca instrucción aparte del sermón de cada semana. Pero la necesidad de formar profundamente a la generación venidera con algo más que sermones es significativa. Durante el Primer Gran Despertar, Jonathan Edwards testificó que fue la búsqueda con fervor de las Escrituras de parte de la juventud a través de sesiones adicionales con él, la que creó un avivamiento que afectó a miles de personas.
Ofrecer a los jóvenes clases, estudios bíblicos de inmersión y videos de enseñanza son formas de alimentar ricamente a los corderos que crecen en la iglesia de Cristo.