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28 mayo, 20243 cosas que debes saber sobre Oseas
Este artículo forma parte de la colección 3 cosas que debes saber.
1. Oseas, cuyo nombre significa «salvación», es único entre los profetas escritores en el sentido de que era ciudadano del reino norte de Israel y predicó a ese reino.
Oseas 1:1 data el ministerio de Oseas en los reinados del rey del norte Jeroboam II, y de los reyes del sur Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Esto lo haría contemporáneo a Jonás (2 R 14:25), otro profeta del norte cuyo ministerio tuvo lugar durante el reinado de Jeroboam II, aunque los escritos autobiográficos de Jonás se refirieron a su experiencia personal con Nínive.
Oseas fue también contemporáneo de Amós, misionero del sur hacia el norte, así como de Isaías y Miqueas, profetas del reino del sur. Aunque la suma de los años de reinado superaría los cien, el ministerio de Oseas comenzó probablemente durante los últimos años de Jeroboam II (alrededor del 753 a. C.) y los primeros de Ezequías (alrededor del 725 a. C.), antes de la caída de Samaria a manos de los asirios en el 722 a. C. Esta fue una época de crisis política y caos religioso, y Oseas, con un sentido de urgencia, predicó a un pueblo al borde del desastre nacional.
2. La vida personal de Oseas reflejó su mensaje.
El matrimonio de Oseas con Gomer fue una imagen visible o lección práctica del mensaje que predicaba. Oseas 3:1 vincula explícitamente el matrimonio de Oseas y Gomer con el matrimonio de Dios e Israel. La relación de Oseas con Gomer y la relación de Dios con Israel fueron iniciadas por el amor (gracia divina), despreciadas por el pecado (desagrado divino) y mantenidas por la lealtad (fidelidad divina). El amor y la lealtad constantes de Oseas hacia Gomer eran una imagen hermosa del amor y la lealtad inquebrantable del Señor hacia Israel. La infidelidad de Gomer contra Oseas era una imagen trágicamente clara de la traicionera infidelidad de Israel al Señor. En todo el Antiguo Testamento, el matrimonio simboliza la relación de Dios con Su pueblo, y en ningún lugar tanto como en Oseas.
Aunque el matrimonio de Oseas es crucial para el mensaje del libro, constituye un importante problema de interpretación. El quid del problema se refiere a la orden inicial de Dios a Oseas de casarse con una «mujer ramera» (Os 1:2). A primera vista, esto crea un dilema moral y ético porque parece ir en contra de las claras instrucciones y restricciones para el matrimonio que Dios dio a los sacerdotes, al prohibirles casarse con rameras (Lv 21:7, 13). Si para un sacerdote sería una deshonra casarse con una ramera, parece que también lo sería para un profeta. Además, Deuteronomio 22:13, 20-21 sentenciaba a muerte a cualquier mujer de la que se demostrara su falta de virginidad al momento del matrimonio. Parece que era más apropiado que Oseas comenzara con un funeral en lugar de una boda. Las soluciones al problema se dividen en dos grandes interpretaciones: las que consideran que el matrimonio es hipotético y las que lo consideran literal.
El punto de vista hipotético interpreta las imágenes matrimoniales simplemente como un medio de comunicar figurativamente la relación de Dios con Israel y la infidelidad espiritual de Israel a Dios. Esta perspectiva tiene la ventaja de evitar el problema moral y ético al tiempo que permite que el motivo del matrimonio transmita el punto teológico del amor de Dios hacia un pueblo indigno. Su punto débil es que se basa en la conveniencia teológica y no en pruebas textuales.
Hay varias versiones de las interpretaciones literales del matrimonio, todas de acuerdo en que un matrimonio real tuvo lugar, pero en desacuerdo en cuanto a la naturaleza o el momento de la prostitución atribuida a Gomer. Algunos afirman que Gomer era una ramera al momento de casarse, argumentando que Dios anuló Sus normas previamente establecidas con el fin de resaltar Su amor misericordioso hacia los pecadores que no lo merecían. Otros afirman que la prostitución se refería a la idolatría espiritual más que a la fornicación. Esto elimina el problema del matrimonio con una mujer sexualmente impura, pero crea un problema igualmente serio si el Señor mandó al profeta casarse con una idólatra. La prohibición de Dios contra el matrimonio interreligioso era clara (Dt 7:3-4).
Otra interpretación literal del matrimonio, llamada «visión proléptica», dice que Gomer era pura cuando se casó, pero que más tarde se convirtió en una ramera. Sin embargo, el texto afirma lo que Gomer era, no que lo sería. Otra solución es entender que la palabra «prostitución» describe una característica interior más que un comportamiento exterior. Lo más probable es que se refiera a la inclinación latente de Gomer hacia la inmoralidad y que afloró no mucho después del matrimonio. En Oseas 3:1 se había convertido de hecho en una mujer adúltera, lo que indica que sus inclinaciones se manifestaron en una fornicación real. Desde esta perspectiva, el punto es que Dios reveló a Oseas por adelantado algo sobre el interior de Gomer que pondría en peligro la santidad del matrimonio. El hecho de que Oseas conociera desde el principio el potencial de ella para hacerle daño puso de relieve la naturaleza desinteresada de su amor. Ese es el eslabón clave del paralelismo espiritual para los creyentes: Dios nos ama a pesar de lo que sabe de nosotros.
3. El mensaje de Oseas anticipa la gracia de Dios en Cristo.
Las advertencias e invitaciones de Oseas al arrepentimiento no fueron escuchadas, y el juicio sobre la nación fue inevitable. Sin embargo, las consecuencias del rechazo ignorante y necio de Israel al mensaje del profeta anticiparon la gracia del evangelio. Según 2 Reyes 15:29, la tierra de Neftalí fue el primer territorio que experimentó el juicio de Dios. Pero, según Mateo 4:12-16, fue la primera región testigo del ministerio de Jesús. La oscuridad de la época de Oseas daría paso a la luz de Cristo. El tiempo de oscuridad fue un paso hacia la plenitud del tiempo en el que brillaría la Luz, demostrando que los propósitos y planes de Dios siempre se cumplen.