
5 cosas que debes saber sobre el matrimonio
16 mayo, 20255 cosas que debes saber sobre la teología del pacto

Este artículo forma parte de la colección 5 cosas que debes saber.
Algunos temas se tratan con tanta frecuencia en las iglesias reformadas que podría ser fácil perder de vista lo esencial. Uno de esos temas es la teología del pacto. Veamos cinco aspectos que los cristianos deben conocer sobre la teología del pacto.
1. La teología del pacto trata sobre nuestra relación con Dios.
Un pacto es una relación formal. El matrimonio es el mejor ejemplo de este tipo de relación (Mal 2:14). El matrimonio es el vínculo más íntimo que dos personas pueden tener. Esta asociación absolutamente personal y amorosa es también un acuerdo legal. Los pactos funcionan de manera similar.
La teología del pacto nos ayuda a apreciar mejor cómo Dios se relaciona con nosotros. Caminar con el Señor sería muy difícil si Él no fuera claro acerca de cómo es nuestra relación con Él. Si tuviéramos que adivinar cosas como qué siente Dios por nosotros, si nos acepta, cómo nos acepta y cuáles son las mejores maneras de buscarlo, con frecuencia nos sentiríamos inseguros sobre nuestra posición delante de Él.
La teología del pacto afirma que Dios explica claramente cómo se supone que debe ser nuestra relación con Él. La Sagrada Escritura es la revelación escrita y clara de Dios sobre cómo podemos tener una relación correcta con Él. Dado que un pacto es una relación formal, Dios nos brinda certeza acerca de nuestra relación con Él al comprometerse con nosotros en ese vínculo inmutable.
2. La teología del pacto nos ayuda a comprender la relación entre las obras y la gracia.
Efesios 2:8-9 resume un aspecto crucial de cómo los protestantes de la Reforma han entendido la salvación: «Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe». A veces nos cuesta explicar cómo esta oferta gratuita de salvación por la gracia sola se relaciona con lo que dice el versículo 10: «Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Ef 2:10). ¿Cómo conciliamos la libertad que trae la gracia con nuestra responsabilidad de vivir correctamente?
En la comprensión reformada tradicional, la teología del pacto distingue entre el pacto de obras y el pacto de gracia. Dios estableció el pacto de obras con Adán antes de la caída, y este tenía como condición la obediencia perfecta. En el pacto de gracia, traído por el segundo Adán, Jesucristo, Dios nos acepta como Su pueblo únicamente por la fe en la obra expiatoria de Cristo. Estos dos pactos aclaran que las obras y la gracia son dos maneras distintas y opuestas de buscar asegurar la salvación y una correcta relación con Dios.
La teología del pacto nos ayuda a relacionar la gracia y las obras, ya que nuestras obras no pueden ser la base de nuestra relación con Dios, aunque las buenas obras se manifestarán en la vida de los verdaderos creyentes. Puesto que nuestras obras no son la condición del pacto de Dios con los creyentes para la salvación, no pueden ser la razón por la cual estamos en buena relación con Dios.
3. La teología del pacto nos ayuda a ver a Cristo en toda la Escritura.
Colosenses 2:17 explica que muchas características de la vida religiosa de Israel «solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo». Aunque el período del Antiguo Testamento impuso muchas ceremonias al pueblo de Dios, estas prácticas les enseñaron acerca de Aquel que había sido prometido en Génesis 3:15, el Redentor venidero en quien debían depositar su fe. Dado que la fe en Cristo ha sido el único camino de salvación desde la caída, la teología del pacto nos recuerda que Cristo es la esencia de todos los tratos de Dios con nosotros en la Escritura.
4. La teología del pacto nos ayuda a ver la importancia de la iglesia.
En la gran comisión en Mateo 28:19-20, Jesús instruyó a la iglesia a hacer discípulos de todas las naciones, «bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado». Estas ordenanzas externas de administrar los sacramentos y enseñar la Palabra de Dios son los medios para avanzar en nuestra misión como pueblo de Dios.
La teología del pacto nos recuerda no solo que Cristo es la esencia de todas las Escrituras, sino también que Él viene a Su pueblo para realizar Su obra espiritual en nosotros a través de los medios ordinarios de gracia que ha otorgado a Su iglesia. El Catecismo Menor de Westminster nos recuerda que los medios de gracia de la iglesia son la Palabra, los sacramentos y la oración (pregunta 88). Estos medios externos, que entregan a Cristo como la sustancia del pacto a los creyentes, a menudo han sido llamados la «administración externa» del pacto. La iglesia es una parte necesaria de la vida cristiana porque es el medio a través del cual participamos en esta administración externa donde nos encontramos con Cristo.
5. La teología del pacto nos ayuda a tener una seguridad más profunda mientras buscamos la santidad.
Efesios 1:13-14 explica que la morada del Espíritu en los creyentes en Cristo es la garantía de nuestra vida eterna:
En Él [Cristo] también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de Su gloria.
Contamos con este Ayudador divino que nos impulsa hacia adelante en santidad mientras caminamos con Cristo.
La teología del pacto nos recuerda que nuestra santidad, fortalecida por el Espíritu, es un don que Cristo ha ganado para nosotros. Cristo ha cumplido cada condición de obediencia perfecta en nuestro lugar. Él nos equipa con Su Espíritu para que podamos buscarlo con fidelidad. Este don del Espíritu es evidencia de que ya pertenecemos a Cristo y tenemos la certeza de la vida con Él en la eternidad.