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17 octubre, 2023Comprender la bondad de Dios

Cuando era niño, la primera oración que aprendí fue para dar gracias en la mesa. Decía así: «Dios es grande, Dios es bueno. Y le damos gracias por este alimento». En aquel tiempo no sabía que había una sola palabra bíblica que capturaba las ideas gemelas de la grandeza y la bondad de Dios: santo.
La primera forma rastreable de la raíz semítica de la palabra «santo», la cual se remonta a una fuente cananea, significaba «dividir». Todo lo que era santo estaba dividido o separado de todo lo demás. Este significado apuntaba a la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario, lo común y lo que no era común, lo regular y lo grandioso.
En términos religiosos, la palabra «santo» separa a Dios de todas las demás cosas para situarlo en una categoría sui generis (en una clase donde solo está Él). El Santo es Aquel que posee la perfección suprema del ser. Él trasciende todas las cosas creadas. Es el Ser más majestuoso, más exaltado, más asombroso. Puesto que Él es maravilloso y admirable en Su propia esencia, la criatura —al contemplar al Dios Santo— responde con admiración y asombro debido a Su grandeza.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Pasa tiempo en oración hoy, agradeciendo a Dios específicamente por Su bondad hacia ti.
Para estudiar más a fondo
Salmo 31:19
Salmo 86:10
Salmo 92:5