Respetar el juicio de Dios

Uno de los episodios más conmovedores del juicio de Dios fue el caso de Elí en el Antiguo Testamento. Elí era juez y sacerdote en Israel. En términos generales, era un hombre piadoso. Pero sus hijos eran malvados y habían profanado la casa de Dios. Elí los reprendió, pero no los frenó del todo. Dios le reveló a Samuel que juzgaría la casa de Elí:

«He aquí, estoy a punto de hacer una cosa en Israel la cual hará retiñir ambos oídos a todo aquel que la oiga. Ese día cumpliré contra Elí todo lo que he hablado sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Porque le he hecho saber que estoy a punto de juzgar su casa para siempre a causa de la iniquidad que él conocía, pues sus hijos trajeron sobre sí una maldición, y él no los reprendió» (1 Sam 3:11-13).

Elí le insistió a Samuel para que le dijera lo que había dicho el Señor, así que Samuel finalmente se lo hizo saber. Cuando Elí escuchó las palabras, dijo: «El SEÑOR es; que haga lo que bien le parezca» (v. 18).

Lo que le pareció bien a Dios fue castigar a la casa de Elí. Elí reconoció la palabra de Dios cuando la escuchó porque comprendía el carácter de Aquel que había dicho esa palabra. Un dios ante el cual no hay que temer no es Dios, sino un ídolo hecho por nuestras propias manos.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

Elí dijo: «El SEÑOR es; que haga lo que bien le parezca». ¿Puedes hacer esta afirmación desde lo más profundo de tu corazón en las buenas y en las malas?

Para estudiar más a fondo

Publicado originalmente en el Blog de Ligonier Ministries.