Discernir las señales
18 octubre, 2023Planificar para la eternidad
18 octubre, 2023Esperar el cielo
Como persona viva que respira y es consciente, ¿tengo una esperanza concreta para mi futuro? ¿Qué me anima sobre el mismo? En algunas ocasiones, cuando me doy cuenta de que mi espíritu está cargado y me invade una sensación de pesadez, a veces me pregunto por qué hay una nube oscura sobre mi cabeza.
La escatología bíblica nos da razones sólidas para esperar una continuidad personal de la vida. La vida eterna del individuo no es un deseo humano vacío construido sobre la base de un mito, sino una seguridad garantizada por Cristo mismo. Su propia victoria en la cruz es la esperanza de la Iglesia para que podamos participar en Su vida.
La promesa del cielo es ciertamente gloriosa, una promesa que no solo ancla el alma sino que la infunde con esperanza. Aunque experimentemos atrocidades a diario, la vida no es una atrocidad, pues no hemos llegado al final de la historia. El aguijón de la muerte ha sido derrotado.
La victoria de Cristo no la determinan banalidades ni actitudes positivas. Jesús no es «el hombre de buen humor». Su llamado al gozo está basado en esta realidad: «… confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16:33). Allí se encuentra nuestra esperanza futura, en que Cristo ha vencido al mundo. Él miró la muerte a los ojos, y la muerte parpadeó.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Reflexiona en esta verdad hoy a medida que enfrentas tus problemas: Jesús ha vencido al mundo y te ha dado el poder para hacer lo mismo.
Para estudiar más a fondo
Apocalipsis 21:1-3