Desde aquellos primeros días en el Centro de Estudios de Ligonier Valley, R.C. Sproul fue impulsado por un deseo primordial: enseñar a la gente quién es Dios. En este video, Stephen Nichols revela cómo el Señor preparó al Dr. Sproul para llevar una enseñanza bíblica confiable a personas de todo el mundo. Este video ha sido compartido con el permiso de B&H Español y Crossway.

El nuevo libro del Dr. Nichols, «R.C. Sproul: Una vida», ya está disponible. Pide tu ejemplar hoy mismo.

 

 

Transcripción

SPROUL:

Cuando hablamos de la santidad de Dios, somos tentados a pensar en términos de los atributos de Dios. Su justicia, Su conocimiento, Su sabiduría, Su poder, etc. E invariablemente, el atributo del amor es colocado al inicio de la lista, lo que indica que debemos entender toda la naturaleza de Dios, toda Su actividad, a la luz de Su amor. Y que todo lo demás sobre Dios tiene que estar incluido bajo la categoría del amor. Sin embargo, y esto puede sonar a las distinciones técnicas del teólogo que pudieran resultar irritantes, pero creo que si examinamos las Escrituras, si hay algún atributo que pertenece al ápice, al cenit, a la cima de la lista de atributos de Dios, no es el amor de Dios; no es la misericordia de Dios; no es la sabiduría de Dios; es la santidad de Dios. 

NICHOLS:

Muchas personas han llegado a conocer a R.C. Sproul.  Lo han conocido a través de los más de 100 libros que ha escrito o de su programa radial, «Renovando Tu Mente», que se remonta a 1994. Pero lo que me parece fascinante es el fundamento que hay detrás de toda esa enseñanza. Hubo esta década de ser un estudiante, de profundizar en la Palabra de Dios, y hubo toda una década de perfeccionar ese oficio y esa habilidad como profesor y comunicador. Así que volver a repasar ese fundamento y esas raíces es realmente crucial y nos da una gran perspectiva de la vida que está por venir.

R.C. creció en Pittsburgh y justo a la vuelta de la esquina estaba la iglesia presbiteriana a la que asistió toda su vida. Pero allí no se enseñaba el evangelio. Era una iglesia liberal y no defendía la veracidad de la Palabra de Dios. Y en todos esos años que fue fiel en ir a la iglesia, nunca escuchó la verdad del Dios de la Biblia.

En su primer año de universidad, él se convirtió. Fue probablemente el versículo más extraño con el que alguien se haya convertido. Es Eclesiastés 11:3: «Si un árbol cae en el bosque, allí se queda». Y cuando el Dr. Sproul vio ese versículo, dijo: «Ese soy yo, yo soy ese árbol muerto que yace podrido en el suelo», y supo al instante de su necesidad de un Salvador.

Tan pronto él se convierte, lo primero que quiere hacer es conocer a Dios, y lo conoce leyendo la Biblia. Y habló de esto muchas veces, del impacto de esa primera vez que leyó toda la Biblia, especialmente el Antiguo Testamento. Y llegó a esta conclusión, o quizá esta conclusión vino a él, que este es un Dios que se lo toma en serio.

Fue poco después cuando tuvo lo que él llama su segunda conversión. Él estaba en su dormitorio y estaba inquieto y no podía dormir, y se sintió obligado a levantarse de su cama y salir de su dormitorio y dirigirse a la capilla en el campus de Westminster College. Él fue todo el camino hasta el altar allí, de la capilla y se sintió abrumado por la santidad de Dios. Quedó atrapado por la santidad de Dios. Esa experiencia fue transformadora para el Dr. Sproul.

Después de la universidad, fue al seminario y allí es donde conoció al Dr. John Gerstner. Y después de su tiempo en el Seminario de Pittsburgh, fue a Amsterdam y estudió con Burkehower para su trabajo de doctorado. Y luego regresó a su alma mater para enseñar por un año en el Westminster College. Luego fue pastor en Cincinnati. Pero a lo largo de todo ese trayecto, lo que estaba surgiendo era R.C. Sproul, el maestro.

Una persona, después de escuchar al Dr. Sproul predicar sobre el Salmo 51, le dijo: «¿Cuánto tiempo le llevó preparar ese sermón?». Y el Dr. Sproul respondió con un guiño: «Cinco minutos». Pero luego añadió: «Y 30 años». Y lo que quiso decir es que detrás de esos cinco minutos que dedicó a pensar en ese texto había décadas de estudio y décadas de profundizar en la Palabra de Dios.

Un momento crucial en la vida de R.C. llegó en 1970. Estaba dando unas charlas en una conferencia de Young Life, y entre el público estaba Dora Hillman. Ella era una viuda de un empresario y magnate en Pittsburgh. Y después de una de las charlas, ella lo apartó y le dijo: «Si pudieras hacer algo en la vida, ¿qué sería?». Y él le dijo: «Empezar un centro de estudios». A unos dos o tres kilómetros de su propiedad, una finca estaba en venta y Dora la compró, y en esta antigua finca de 21 hectáreas, abrieron el Ligonier Valley Study Center en el oeste de Pensilvania.

Lo que R.C. quería que fuera este lugar era un lugar de discipulado, donde los cristianos pudieran venir y no huir de las preguntas difíciles sino correr hacia las preguntas difíciles porque R.C. sabía que había respuestas para estas preguntas.

Así que, al venir al centro de estudios, una de las cosas que recibirías serían charlas. Y había gente que solo venía a un estudio bíblico o solo venía a una de las cosas más populares que hacían aquí, el Gab Fest, que era solo una sesión abierta de preguntas y respuestas con R.C. Sproul. Se sentaban a la mesa con la familia Sproul. Y si tenían una pregunta, si necesitaban el tiempo de R.C., él se los daba. La vida de R.C. estaba a la vista de estos estudiantes para mostrarles cómo luce una teología en práctica.

A principios de los años 1970, R.C. enseñó una serie sobre la santidad de Dios aquí en el centro de estudios, y esa serie fue producida originalmente en cintas de casete, y fueron enviadas a todas partes. Y luego grabaron una serie en video. Y de hecho lo hicieron en la casa de conferencias. Por supuesto, esta era la casa donde los Sproul vivían aquí en el centro de estudios. Y había una chimenea de ladrillo, y está flanqueada por estos patrones circulares de vidrio. R.C. tiene un look muy de los años 70. Tenía sus gafas de sol de aviador. Y es la primera vez que se graba en video la serie de enseñanza sobre la santidad de Dios.

SPROUL:

¿Cuál es la reacción de Isaías en la presencia de la santidad? ¿Sale corriendo del templo emocionado, corre hacia la ciudad y dice: «Oigan, todos, tienen que subir al templo y ver qué está pasando», o él mira esto y dice: «Bueno, esto es interesante. Voy a tener que pensar en esto, y llegar a algunas conclusiones teológicas de lo que se trata todo esto»? No. Los serafines daban voces «Santo, santo, santo». Isaías grita: «Ay de mí». Y él inclinó su rostro.

NICHOLS:

Ahora, si repasamos esta época en la cultura estadounidense, fue una época de agitación cultural. Fue una época de tensión cultural, a medida que los 60’s llegaban a su fin, fue la década de protestas. Así que esta fue una época de crisis, una verdadera crisis en la cultura estadounidense. Era una crisis de autoridad. R.C. sabía que esto estaba pasando no solo en la cultura sino también en la iglesia. Y R.C. sabía lo importante que era tener una visión de la Biblia, de su total confiabilidad. Hablamos de la doctrina de la inerrancia.

Y mientras miraba entre las denominaciones. Y mientras miraba en muchos seminarios, vio que había tanta gente en esos seminarios, en esas posiciones de liderazgo, que no estaban enseñando una Biblia inerrante. Bueno, todo eso llevó a lo que probablemente sea la primera gran conferencia de Ligonier en el otoño de 1973. R.C. reunió a un puñado de eruditos en el Laurelville Retreat Center para presentar el tema de la plena confiabilidad de la Biblia.

Esa fue la semilla de lo que se convertiría en el Consejo Internacional de Inerrancia Bíblica, el ICBI en inglés. Y al año siguiente, el ICBI produjo la que probablemente sea una de las declaraciones confesionales más importantes del siglo XX, la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica.

R.C. conservó muchos cuadernos, y en uno de ellos, estaba escribiendo un bosquejo sobre la inerrancia. Y hacia el final de este bosquejo, R.C. escribe: «Necesitamos una cumbre evangélica. Puede fracasar, pero debemos intentarlo». Bueno, en la bondad de Dios y en la providencia de Dios, no fracasaron. Fue un verdadero éxito, la Declaración de Chicago. Sigue siendo un éxito para la Iglesia.

David Wells dijo una vez que «Dios descansa con demasiada ligereza sobre los hombros de la iglesia estadounidense». Eso es exactamente a lo que R.C. Sproul estaba respondiendo. Una vez le preguntaron: «¿Qué es lo único que enseñarías si pudieras?». Y él respondió: «Teología». Bien: «¿Cuál es la única cosa en teología que enseñarías si solo pudieras enseñar una cosa?». Y él dijo: «Eso es fácil: la doctrina de Dios».  «Si hubiera una sola cosa que pudieras enseñar sobre la doctrina de Dios, ¿cuál sería?». «Eso es fácil también: la santidad de Dios».

Y R.C. creía que esto era cierto, ya sea en la cultura y los que están fuera de la iglesia, ¿qué es lo único que necesitan saber? Necesitan saber que Dios es santo. Y era cierto para aquellos en la iglesia, necesitan saber que Dios es santo.

SPROUL:

Solo una vez en las Escrituras se enfatiza un atributo de Dios a través de este principio de repetición, no en el segundo grado, sino elevado al tercer grado.

Los serafines no cantan que Dios es «santo, santo». Los serafines declaran que Dios es «santo, santo, santo».

La Biblia no dice que Dios es «amor, amor, amor», o «misericordia, misericordia, misericordia», o «sabio, sabio, sabio», o «justo, justo, justo», o «ira, ira, ira». La Biblia dice que Dios es «santo, santo, santo».

NICHOLS:

He oído a muchas personas decir que cuando escuchaban a R.C. Sproul enseñar, sentían que les estaba enseñando directamente a ellos, porque él genuinamente se preocupaba por la gente. Él genuinamente se preocupaba por ti.

Una de las frases que le gustaba es una frase que aprendió muy temprano, y es simplemente «La teología es doxología». Y creo que, en muchos sentidos, de eso se trata el verdadero legado del Dr. Sproul. Él no querría que habláramos de él. No querría que habláramos de su legado. No quiere que la gente sepa quién es R.C. Sproul. Él quería que la gente supiera quién es Dios. No un dios hecho por nosotros, sino el Dios de la Biblia. Saber quién es Dios, «teología», es adorar a Dios, «doxología».

SPROUL:

Terminemos esta sesión con una oración:

No permitas, oh Señor, que siempre busquemos apartar al Santo de Israel de entre nosotros, porque Él nos hace sentir incómodos.Ayúdanos a estar en paz con la santidad.  A no sentirnos amenazados, ni fascinados, sino encantados de estar en la presencia del Santo.

Esto lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.


 

R.C. Sproul

El Dr. R.C. Sproul dedicó su vida a ayudar a las personas a crecer en su conocimiento de Dios y Su santidad. A lo largo de su ministerio, el Dr. Sproul hizo accesible la teología aplicando las verdades profundas de la fe cristiana a la vida cotidiana. Actualmente sigue siendo reconocido en todo el mundo por su articulada defensa de la inerrancia de la Escritura y la necesidad de que el pueblo de Dios se pare con firmeza en Su Palabra.

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