Revelación especial
18 marzo, 2022Infalibilidad e inerrancia
18 marzo, 2022Inspiración y autoridad de la Escritura
Quinta parte de la serie de enseñanza del Dr. R.C. Sproul «Fundamentos I: Dios y la Escritura».
El lema de la Reforma sola Scriptura, que significa «la Escritura sola», tiene su origen en el conflicto de Martín Lutero en la Dieta de Worms. Los reformadores creían firmemente que la Biblia es la mismísima Palabra de Dios. En esta lección, el Dr. Sproul destaca cómo la postura de los reformadores sobre la inspiración y autoridad de la Escritura es relevante para el estudio de la teología hoy.
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Transcripción
Durante el tiempo de la Reforma del siglo XVI, por supuesto, los historiadores miran hacia atrás y dicen que el debate principal, el asunto crucial que provocó esa controversia, que se denomina la causa material de la Reforma, fue la doctrina de la justificación sólo por la fe. Pero acechando en las sombras y un poco por debajo de la presente postura había otro tema que era muy, muy importante, y era la pregunta sobre la autoridad. Cuando Lutero estaba en medio del debate – en el debate con los líderes de la iglesia sobre la doctrina de la justificación, y sostuvo esas disputas con Cayetano y con Eck en las reuniones en Leipzig y Augsburgo, Lutero fue llevado a una posición en donde tuvo que confesar públicamente que sus posturas no estaban de acuerdo con las declaraciones anteriores que la iglesia había hecho en el concilio de la iglesia y también que sus posturas no estaban de acuerdo con ciertas declaraciones que habían sido emitidas por papas anteriores de la iglesia.
Eso provocó una gran crisis para Lutero, porque la pregunta era, “¿cómo te atreves a cuestionar la autoridad de la iglesia o la autoridad del Papa?” Lutero, finalmente, en la Dieta de Worms, dijo: “A menos que sea convencido por la Sagrada Escritura o por la razón evidente, no puedo retractarme, porque mi conciencia está cautiva por la Palabra de Dios”. De ese conflicto salió la frase en ese momento, llamado “sola scriptura”, y detrás de esa frase breve, que significa simplemente, “solo la Escritura”, Lutero y los Reformadores estaban diciendo que en última instancia sólo hay una autoridad que finalmente tiene el derecho absoluto de atar nuestras conciencias.
Ahora Lutero no menoscababa la autoridad menor de la iglesia o la importancia de los concilios históricos de la iglesia como Nicea y Calcedonia y los demás, pero está diciendo que incluso esos concilios eclesiásticos no tienen la misma autoridad o el mismo nivel de autoridad que la Biblia. Y ahora esto centró la atención en la naturaleza y la base para tal autoridad bíblica. Ahora, un punto fundamental para la postura de los Reformadores sobre la primacía de la Escritura y la autoridad de la Escritura era el tema de la autoría de la Biblia. Observen la cercanía entre estas dos palabras, autoridad y autoría; ambas contienen la palabra “autor” en ellas. Lo que los Reformadores estaban diciendo es que, aunque es cierto que en el alcance, el movimiento y la progresión de la historia humana, la Biblia apareció como un libro o una carta a la vez, escrito por seres humanos como tú y como yo, sin embargo, el autor principal, el autor definitivo de la Biblia no es Pablo o Lucas, Jeremías o Moisés , sino más bien, el autor definitivo de la Biblia es Dios mismo; es decir, la idea de que Dios ejerció su autoridad a través de los escritos de autores humanos que fueron sus portavoces para revelarse al mundo.
Entonces, obviamente, la pregunta que enfrentamos es entonces, “¿cómo es posible que los autores humanos puedan ser investidos con la autoridad de Dios?” Vimos en nuestra última sesión que los profetas, por ejemplo, con frecuencia decían antes de pronunciar sus palabras, no: “Así dice Jeremías”, sino que decían: “Así dice el Señor”, que los profetas afirmaban que su mensaje provenía de Dios y que ellos simplemente comunicaban a sus oyentes lo que tenía su origen en Dios. Es por eso que, históricamente, dos frases en latín se han utilizado con frecuencia para referirse a la naturaleza de la Sagrada Escritura. Una es que es el verbum Dei, y otro es que es vox Dei; y verbum Dei significa, por supuesto, “la palabra de Dios”, y lo que llamamos vox Dei significa, “la voz de Dios”.
Y los reformadores como Lutero y Calvino creían que, aunque Dios no escribiera personalmente las palabras en papel o en pergamino en las Escrituras originales, sin embargo, la Biblia no es menos su Palabra si es que nos hubiera sido entregada directamente del cielo, o si Dios hubiera sido escuchado hablando audiblemente en las nubes, que nada de eso haría que esa Palabra sea más Palabra de lo que es ahora. Así que eso plantea todo este tema al que llamamos la inspiración de la Biblia. Permítanme dirigir su atención de vuelta a 2 Timoteo 3:16, que hemos visto por otra razón anteriormente, para considerar el valor y la importancia de la teología.
Ahora, como lo prometí entonces, volveremos y examinaremos lo que este texto tiene que decir sobre la Escritura. Pablo, escribiendo a Timoteo, dice en el versículo 16 de 2 Timoteo, capítulo 3, “Toda Escritura es inspirada por Dios”. Ahora, cuando Pablo escribe estas palabras, usa el término, graphe, que es la palabra para ‘Escritura’. Ahora, un término en un sentido general y suelto es el término graphe, que significa simplemente “escritos”, y alguien podría venir a este texto y decir, “bueno, Pablo estaba diciendo que todo lo que ha sido escrito es inspirado en Dios”. No, para el pueblo judío, la frase, “escrito está”, era un término técnico que todos entendían que hacía referencia específica a los escritos bíblicos; y también entre el pueblo judío, el término graphe hacía referencia específica al Antiguo Testamento.
Esto es significativo porque cuando Pablo está escribiendo esto, él podría no estar incluyendo sus propios escritos, aunque Pedro lo hace más adelante en sus epístolas al incluir los escritos de Pablo con el resto de la Escritura. Pero el término “Escritura” aquí tiene una referencia específica al Antiguo Testamento, y luego, por extensión, incorpora los escritos de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Pero el punto que tenemos aquí y que Pablo está haciendo es esta asombrosa afirmación, cuando dice que todos estos escritos, todos los graphe son dados por inspiración divina. Ahora, ¿Qué está diciendo aquí?
Ahora, esto podría ser un poco confuso, y por eso vamos a tener que trabajar nuestro camino a través de los siguientes temas con alguna precaución y un poco de cuidado. En la iglesia, tenemos una doctrina llamada inspiración, y la traducción al español de 1 Timoteo 3:16 que acabo de leer utiliza el término “inspiración”, pero creo que debemos hacer una distinción entre el uso del término “inspiración” aquí y la forma en que se utiliza teológicamente en la historia de la iglesia. Porque como el Dr. B.B. Warfield una vez señaló tan elocuentemente, el verdadero significado de este texto aquí en 2 Timoteo 3:16 tiene que ver no tanto con la forma en que Dios nos comunicó su información a través de los escritores humanos, sino, más bien, el énfasis en este texto está en la fuente de esa información.
Lo que Pablo está diciendo – él usa la palabra, theopneustos, y lo escribiré en español. Theopneustos en el griego, cuando dice, “Toda la Escritura es inspirada”, literalmente lo que esta palabra significa es ‘Dios-respirando’, y significa lo que Dios ha exhalado en lugar de lo que Dios está inhalando. Ahora, estaba listo para entregar mi siguiente frase después de terminar esa frase, y me di cuenta de que entre esa última frase y la siguiente frase, tenía que hacer una pausa y tomar un respiro; porque para que yo pueda hablar, primero tengo que aspirar a mis pulmones. Y mientras estoy hablando, si sigo hablando y no tomo una bocanada de aire mientras sigo hablando, muy pronto empiezo a chillar como un ratón, y me quedaré ya mismo sin aliento. Tengo que respirar porque cuando hablo estoy exhalando, y para exhalar, primero debo inhalar.
Ahora, la fuerza de lo que Pablo está diciendo aquí es porque está diciendo que toda Escritura es exhalada por Dios. Ahora, cuando exhalamos, eso significa que estamos involucrados en expirar, pero no en el sentido de morir, porque con la muerte exhalamos el último suspiro por última vez y no respiramos más; pero exhalar es expiración, mientras que inhalar es inspiración. Así que realmente si nos estamos volviendo realmente técnicos reales, deberíamos traducir esta frase de que toda la Escritura se da por expiración. ¿Y entonces qué? ¿Cuál es la diferencia entre expiración e inspiración? Una vez más, el punto que estoy alertando aquí es que Pablo está diciendo cuando insiste en que toda la Escritura ha sido inspirada por Dios, lo que está diciendo es que su origen supremo está en Él. Esa es su Palabra. Es su hablar. Es – Él es aquel que es la fuente de estos escritos.
Ahora, es obvio que eso se asume en la doctrina llamada inspiración, y cuando hablamos de inspiración como concepto, estamos hablando de la obra de Dios el Espíritu Santo, a quien leemos en varios puntos de la Escritura viniendo sobre personas y así ungiéndolas con su poder e inspirándolas para escribir lo que escriben, no como su propia predicción, sino que están escribiendo la verdadera palabra de Dios. Ahora, de nuevo, no se define en ninguna parte de la Escritura, pero que no es de iniciación humana queda bien claro. Y así, cuando hablamos de la doctrina de la inspiración, estamos hablando de la manera en que Dios supervisa la escritura de la Sagrada Escritura, que Dios no sólo actúa y deja que la gente responda con su propia visión y su propia imaginación para exponer su visión de lo que Dios ha hecho, sino que Dios está obrando por el Espíritu Santo para supervisar ese registro, asegurándose de que el registro que está escrito es su Palabra.
Ahora, ha habido muchas controversias sobre esta doctrina de inspiración, y algunas personas han acusado al cristianismo ortodoxo de enseñar un tipo grosero de lo que ha sido llamada inspiración mecánica, o a veces llamado teoría del dictado, la idea de que los hombres que eran los autores estaban reducidos a robots o a máquinas, quienes no tenían espacio para su propia personalidad o sus propias preocupaciones en la escritura de la Biblia, sino que eran casi tablas de Ouija en las manos de Dios, quienes estaban involucrados en la escritura automática, donde Dios controlaba su mano mientras escribían las palabras en el pergamino; o esa inspiración implicó un dictado verbal y específico en el que Dios dijo: “Escribe esto”, tal como podría decirle a mi secretaria: “Toma nota de esta carta”, y luego se la dicto; y aunque las palabras están escritas por ella en la página, sigue siendo mi mensaje porque lo he dictado, y lo único que ella hizo fue escribirlo.
Ahora, al explicar la doctrina de la inspiración, la iglesia siempre se ha distanciado de este tipo de postura simplista del tema; aunque ha habido un par de veces en la historia de la iglesia, donde las palabras usadas por la iglesia han hecho que los críticos hayan pasado a suponer que la iglesia estaba enseñando tal doctrina. Por ejemplo, Juan Calvino dijo que, en un cierto sentido, los profetas y los apóstoles sirvieron como amanuenses, lo cual es una palabra elegante para “secretario” de Dios. Bueno, en la medida en que eran agentes para comunicar sus palabras, eran amanuenses, pero eso no lleva consigo una doctrina de dictado como medio para explicar el modo.
También, en el Concilio de Trento, la Iglesia católica romana dice que la Escritura nos llega a través de la operación del Espíritu Santo, y utilizan en Trento el término en latín, dictante, es decir, dicen que el Espíritu Santo está dictando. Pero incluso entonces sería injusto para la iglesia de Roma y para el Concilio de Trento decir que aquí nos están dando una explicación completa de cómo funciona la inspiración de la Escritura, sino más bien, sólo se trata de una forma de hablar que existe. Básicamente, no sabemos cómo Dios supervisó el proceso de escribir la Escritura sagrada, pero el punto más destacado para la iglesia hoy en día es que lo que tenemos en las Escrituras, aunque contienen las personalidades, los vocabularios y las preocupaciones de los escritores humanos, estos escritores humanos estaban escribiendo bajo la supervisión de Dios, y no estaban haciendo esto en su propio poder. Si simplemente escribieran bajo su propio poder, esperaríamos que cometieran todo tipo de errores.
Ahora, en nuestra próxima sesión, exploraremos todo el tema de la infalibilidad de la Escritura y la inerrancia de la Escritura, que son asuntos que han causado furor durante bastante tiempo, pero ahora mismo estamos hablando de la inspiración de la Escritura. También, históricamente, la iglesia ha creído que la inspiración de la Biblia es verbal. Es decir, no se extiende simplemente a los amplios lineamientos de información que son comunicados por los autores terrenales, sino más bien, que la operación de supervisión del Espíritu Santo se aplica a las mismas palabras de la Escritura. Esa es una de las razones por las que la iglesia ha sido tan celosa al reconstruir de la forma más cuidadosa posible los manuscritos originales de la Biblia, y ha tenido tanto cuidado en el estudio de los significados de las palabras de los términos hebreos y griegos antiguos, porque cada palabra lleva consigo la importancia de la autoridad divina.
Ustedes recuerdan el debate que Jesús sostuvo con Satanás en el desierto durante su tentación, cómo ese debate se centró de ida y vuelta en citas de las Escrituras, y a veces Jesús presenta su caso contra el diablo o contra los fariseos por el cambio no sólo de una frase, sino de una sola palabra. Y Jesús mismo dijo que ni una jota ni una tilde de la ley pasarán hasta que todo se cumpla. En ese momento, la visión de inspiración de Jesús era aún más detallada y específica que solo verbal; era una inspiración jota-y-tilde para nuestro Señor, en la que lo que quiso decir, obviamente, con esa expresión, es que no hay una palabra en la ley de Dios que sea superflua o que simplemente esté abierta a negociación. Todo lleva consigo el peso de la autoridad vinculante de su autor definitivo.
Ahora, en nuestros días, con la avalancha de críticas contra la Biblia, ha habido intentos de salir de debajo de este concepto de inspiración. Sabemos que en la escuela Bultmanniana, en la escuela neoliberal, toda idea de cualquier tipo de origen divino de la Escritura ha sido rechazada en gran manera. La teología neortodoxa, que, entre otras cosas, estaba preocupada por restaurar la predicación de la Biblia a la iglesia y dar una visión más alta de la Biblia de la que fue dejada por el liberalismo del siglo XIX, también rechaza la inspiración verbal y rechaza la revelación proposicional.
Karl Barth, por ejemplo, dice que la forma en que Dios se revela es a través de eventos, no de proposiciones, lo cual es un tema muy, muy serio, porque la Biblia no es simplemente un registro narrativo de acontecimientos donde se nos cuenta la historia de lo que sucedió y luego se nos deja para que nosotros interpretemos su significado, sino que la Biblia nos da no sólo el registro de lo que sucedió, sino la interpretación autorizada, apostólica y profética del significado de ese acontecimiento. La cruz no es un evento desnudo que Dios realiza en la historia y dice: “interpreta su significado”. Entendemos cómo la gente lo veía de manera diferente. Para muchos de los discípulos, era una desilusión trágica; para Poncio Pilato, era un asunto de conveniencia política, como lo era también para Caifás, un asunto de conveniencia política. Y Pablo, cuando expone sobre el significado de la cruz, habla de ella como un acto de redención cósmico, el cual era una expiación ofrecida para satisfacer la justicia de Dios.
Eso no sería evidente de inmediato – inmediatamente obvio con sólo mirar al evento. O también, los teólogos neortodoxos dirían que la Biblia no es revelación, sino que es un testigo, o un testimonio de revelación; en ese sentido, esto reduce de forma significativa el nivel de autoridad para la Biblia. Uno dice, lo aceptamos de labios para afuera, esto tiene algún significado histórico, es la fuente primaria de nuestra información del Jesús histórico, y da testimonio de la verdad, pero no es necesariamente la revelación, en la cual el cristianismo ortodoxo dice que no sólo da testimonio de la verdad, sino que es la verdad. Es la manifestación real de la revelación divina. No sólo apunta más allá de sí misma, sino que en sí misma, nos da nada menos que la auténtica palabra de Dios.