
5 cosas que debes saber sobre ser padre
14 mayo, 20255 cosas que debes saber sobre el matrimonio

Este artículo forma parte de la colección 5 cosas que debes saber.
Con todo lo que se dice sobre el matrimonio, es importante recordar lo esencial. Ya sea que estés casado o soltero, aquí tienes cinco cosas que debes conocer sobre el matrimonio, resumidos en cinco reconocidos encabezados: quién, qué, cuándo, dónde y por qué.
1. Quién: El matrimonio es diseñado por Dios para un hombre y una mujer, igualmente unidos (Gn 2:24; Mt 19:4-5).
Dios creó el matrimonio. Si esperamos la bendición de Dios sobre el matrimonio, es prudente prestar atención a Sus reglas al respecto. Lo más importante para los cristianos es compartir la misma fe (2 Co 6:14). A veces, un cristiano termina casado con una persona no cristiana porque las personas cambian. O bien uno de los cónyuges llega a la fe, o uno de los cónyuges demuestra que nunca tuvo una fe verdadera desde el principio. Aunque Dios permite tales matrimonios de fe mixta e incluso obra a través de ellos, nos ordena no elegirlos voluntariamente. Para un cristiano, elegir casarse con una persona no cristiana es alejarse de Cristo en lugar de acercarse a Él, y perder el ritmo con el Espíritu en lugar de mantenerse en sintonía con Él (Gá 5:16-19).
2. Qué: El matrimonio es una unión de por vida entre esposo y esposa, que representa la relación entre Cristo y la iglesia.
El matrimonio implica que dos personas dejen su familia de origen para comenzar una nueva familia. Un matrimonio cristiano es una representación de la relación entre Cristo y la iglesia, Su novia (Ef 5:32; 2 Co 11:2). De esta manera, a los esposos se les dan mandamientos que siguen el modelo del papel de Cristo como cabeza de la iglesia. A los esposos se les llama a liderar de manera sacrificial, incluso a entregar su vida por su esposa, tal como Cristo lo hizo por la iglesia (Ef 5:25). De manera similar, a las esposas se les dan mandamientos que corresponden al papel de la iglesia como el cuerpo de Cristo. Las esposas están llamadas a someterse a sus esposos como la iglesia se somete a Cristo (Ef 5:24). Ambos roles son igualmente importantes. Qué honor y responsabilidad tienen las parejas de revelar la relación entre Cristo y la iglesia a través de su matrimonio.
3. Cuándo: El matrimonio es para toda la vida, pero no para la eternidad (Mt 22:30).
El matrimonio es para la realidad del aquí y ahora, como dicen muchos votos: «En la prosperidad y en la adversidad, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, mientras ambos vivan». No es solo para los momentos en que nos sentimos amados o tenemos ganas de amar; es para toda la vida. Aunque Dios permite el divorcio como una opción para circunstancias particulares, no debe ser considerado como respuesta a toda situación no deseada, inesperada o injusta. En anticipación a los desafíos matrimoniales, las parejas oran sabiamente para que Dios renueve, aumente e incluso multiplique su amor mutuo (Mt 7:7), sabiendo que a Dios le agrada responder a tales oraciones (1 Jn 5:14-15).
Una razón por la que las parejas necesitan tales oraciones es porque aún somos pecadores, pero esto no es motivo para perder la esperanza. Siguiendo el ejemplo establecido por Cristo, el Espíritu nos capacita para amarnos sacrificialmente los unos a los otros. La presencia del pecado no es un obstáculo para el matrimonio, solo su contexto. Dios llama a las parejas, por Su gracia, a soportarse mutuamente en amor (Ef 4:2). Las parejas sabias confían en Dios para que les ayude a sacar el máximo provecho de un matrimonio que no es perfecto, y están apercibidas y agradecen a Dios por las muchas bendiciones que este conlleva (1 Ts 5:18).
Ya sea que estén casados en esta vida o solteros, todos los creyentes disfrutarán con certeza y plenitud de la cena de las bodas del Cordero, el único matrimonio permanente y perfecto entre Cristo y la iglesia en el cielo por toda la eternidad (Ap 19:6-9).
4. Dónde: El matrimonio establece una nueva familia y un nuevo hogar.
Como lo expresa poéticamente la versión Reina-Valera, Dios llama al esposo y a la esposa a «dejar y unirse» (Gn 2:24). Cambiar la lealtad principal de los padres al cónyuge puede ser un desafío. Un poco de distancia física entre una pareja y sus padres puede facilitar este proceso. Dios llama a las parejas casadas a seguir honrando a sus padres, pero no necesariamente a obedecerlos (Éx 20:12; Ef 6:2-3). Las parejas deben discernir la diferencia. Pueden escuchar los consejos de los padres e incluso acoger su sabiduría, pero las parejas deben tomar sus propias decisiones libremente como una familia independiente, porque así es como Dios los ve (Gn 2:24).
5. Por qué: Dios da cuatro propósitos para el matrimonio. Las parejas casadas honran a Dios al buscar cumplir los cuatro propósitos a medida que Él les brinda la oportunidad.
- Criar hijos. Aunque algunas parejas casadas podrían verse providencialmente impedidas de tener hijos, la Escritura considera a los hijos como una bendición que debe procurarse (Sal 127:3-5; Mal 2:15), y los padres deben criar a sus hijos en la disciplina e instrucción del Señor (Ef 6:4).
- Satisfacción sexual. Dios no permite el sexo fuera del matrimonio (1 Co 7:2). Dentro del matrimonio, debe disfrutarse, al igual que cualquier otro buen regalo de Dios.
- Bendecir al mundo y a la iglesia. A menudo, una pareja es más que la suma de sus partes. Dos pueden servir mejor que uno (Ec 4:9-12; Mt 20:28).
- Compañerismo. En la creación, cuando Dios hizo todo, declaró que era bueno (Gn 1:31). Lo mismo puede decirse del matrimonio. Lo único que Dios dijo que no era bueno fue que el hombre estuviera solo (Gn 2:18).
Si hay un punto clave que recordar, es este: el matrimonio es bueno. El matrimonio es una de las formas clave en las que Dios provee compañía a las personas, y hacemos bien en esperar Su bendición abundante al honrarlo en él.