Tecnología dominante

Nota del editor: Este es el primer capítulo en la serie de artículos de la revista Tabletalk: Un mundo feliz

A algunas personas les encantan las nuevas tecnologías y no pueden esperar a tener en sus manos el último dispositivo o accesorio. Yo no soy uno de ellos, pero aprecio su entusiasmo. Me preocupa y agota un poco pensar en todas las nuevas tecnologías que se están desarrollando en la actualidad. Creo que fuimos creados para un ritmo de vida más calmado, más tranquilo, más simple y más asentado en una comunidad de personas con las que trabajamos, adoramos y nos comunicamos, principalmente cara a cara. Creo que a menudo operamos mejor cuando mantenemos rutinas y establecemos límites que nos permiten dedicarnos a las prioridades que Dios ha establecido para nosotros.

La tecnología, de una forma u otra, es inevitable. Es una herramienta, y las herramientas pueden ayudarnos a trabajar de forma más eficiente y eficaz. Sin embargo, es importante que utilicemos la tecnología sin dejar que ella nos utilice a nosotros. Sabemos que en este «mundo feliz»*, la gente a menudo se deja dominar y distraer por sus dispositivos. Los desarrolladores de nuevas tecnologías las han creado a menudo sin tener en cuenta la ética que nuestro Creador ha establecido para el hombre hecho a Su imagen. Sin embargo, esto no hace que las nuevas tecnologías sean malas en sí mismas. La iglesia siempre ha usado ciertas tecnologías para la difusión del evangelio, incluidos nuevos medios de transporte, la imprenta, la radio, la Internet, etc.

A medida que procuramos dominar todo lo que Dios nos ha confiado, debemos ser buenos administradores de Su creación. Así pues, debemos ser disciplinados a la hora de discernir cuáles tecnologías usar y con qué frecuencia sin dejarnos dominar por ellas. Esta pregunta sobre el uso adecuado de la tecnología es perenne, pero en nuestros días tiene relevancia particular por los constantes avances de la inteligencia artificial (IA). Como muestra de las capacidades de esta nueva tecnología, esta edición de Tabletalk presenta arte que hemos creado nosotros mismos utilizando un generador de arte de IA.

Nos guste o no la tecnología o cada nuevo dispositivo tecnológico que aparece en el mercado, la realidad es que las nuevas tecnologías son con frecuencia inevitables. Por lo tanto, debemos aplicar sabiamente los principios y la ética de la Escritura mientras aprovechamos la tecnología y discernimos con cuidado cómo, cuándo y dónde utilizarla para el bien de nuestras familias, la difusión del evangelio, el discipulado de las naciones y la gloria de Dios a medida que le adoramos delante Su rostro, coram Deo, ahora y siempre.

*En esta serie de artículos se usa la expresión «mundo feliz» para traducir la expresión inglesa brave new world, en referencia al libro Brave New World, una novela británica publicada por primera vez en 1932 y que fue traducida al español bajo el título Un mundo feliz. Esta fue la obra más destacada del escritor británico Aldous Huxley. Trata de una distopía que anticipa avances en la tecnología reproductiva, la manipulación psicológica, el condicionamiento clásico y la ‘hipnopedia’, así como el control de emociones a través de drogas, cuya combinación provoca un cambio radical en la sociedad.

Publicado originalmente en la revista Tabletalk.