Rastrear el desarrollo del pecado
18 octubre, 2023Ir a la raíz del problema
18 octubre, 2023Comprender el patrón del mal
Después del diluvio, Noé y su familia empezaron a repoblar la tierra. Los descendientes de Noé se convirtieron en cazadores y constructores. Surgieron nuevas tecnologías para proveer un refugio más estable y adecuado. El ladrillo y el mortero se convirtieron en el medio para construir ciudades completas: «Y usaron ladrillo en lugar de piedra, y asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: “Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra”» (Gn 11:3b-4).
Después del diluvio, Noé erigió un altar, una estructura sobre la cual ofrecer sacrificio de alabanza y adoración. El proyecto de construcción en Babel fue distinto. De nuevo, fue un intento de alcanzar autonomía, de extenderse hacia el cielo, procurando despojar a Dios de Su trono para el hombre hacerse un nombre para sí mismo. ¿Cuál fue el resultado de este esfuerzo? Esta primitiva empresa científica terminó en caos. El lenguaje del hombre se llenó de confusión y la comunicación resultó en balbuceo.
Este patrón no ha cambiado. A mayor tecnología, mayor el caos. Mientras más sofisticadas las herramientas, más sofisticada la violencia.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
¿Existen «Babeles» espirituales en tu vida que necesitan ser derribados, como un intento de hacerte un nombre para ti mismo? ¿Algún proyecto que tome precedencia sobre Dios? ¿Algún ídolo que sea más importante que Dios?
Para estudiar más a fondo
Génesis 3:22-24