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17 octubre, 2023Interpretar al Logos
En la filosofía griega, el logos permanece como una fuerza impersonal, un concepto filosófico abstracto e inerte, que es un postulado necesario para la causa del orden y el propósito en el universo. En el pensamiento hebreo, el Logos es personal. De hecho, tiene el poder de la unidad, la coherencia y el propósito, pero el punto distintivo es que el Logos bíblico es una persona, no un concepto.
Todos los intentos de traducir la palabra Logos tienen algún grado de deficiencia. Ninguna palabra en español puede captar la plenitud del Logos de Juan cuando declaró que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Los filósofos han intentado traducir Logos como «lógica», «acto» o «hecho», pero todas estas definiciones son deficientes.
El Logos de Dios incluye acción. El Logos es el Verbo eterno en acción. Pero no es una acción irracional o una mera expresión de sentimiento. A quien se anuncia en el Evangelio de Juan es al Actor divino, actuando en la creación y en la redención de manera coherente.
La extraordinaria conclusión del prólogo de Juan es que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. El Cristo cósmico entra en nuestra humanidad. Es el momento supremo en el que se mezcla lo eterno con lo temporal, lo infinito con lo finito, lo incondicionado con lo condicionado.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Reflexiona en esta verdad: Dios se hizo carne para lograr tu redención. ¿Has aceptado Su regalo de salvación?
Para estudiar más a fondo
Juan 1:1-2
Juan 1:15