Experimentar la disciplina de Dios

Tenía un entrenador de fútbol americano cuyas manos parecían dos guantes de béisbol. Cuando tenía que corregirnos, se paraba frente a nosotros y ponía sus manos sobre nuestros hombros. Mientras nos reprendía, empezaba a apretarnos. Cuando me lo hacía, apenas podía mantenerme de pie.

Durante mis días en el seminario, pasé por un período muy difícil. Fui a donde uno de mis profesores, el Dr. John Gerstner, buscando consejo. Cuando le dije lo que estaba experimentando, comentó simplemente: «El peso de la mano del Señor está sobre ti en estos momentos». Pensé inmediatamente en mi entrenador de fútbol. Tenía recuerdos vívidos de una mano pesada sobre mí. 

Cuando Dios pone el peso de Su mano sobre mí, duele mucho más que cualquier castigo impuesto por mi entrenador. Esto no quiere decir que Dios sea de «mano dura» en el sentido peyorativo. Pero Su mano disciplinaria realmente puede ser dura. Por supuesto, sería mucho peor si le gritara: «¡Quítame las manos de encima!»… y Él lo hiciera. Si Dios alguna vez nos quita las manos de encima, pereceríamos en un instante.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

Dale gracias Dios por mantener Su mano sobre ti.

Para estudiar más a fondo

Publicado originalmente en el Blog de Ligonier Ministries.