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18 octubre, 2023Ser Cristo para tu prójimo

El libro de Hechos registra un fenómeno curioso: «En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles… Así que los que habían sido esparcidos iban predicando la palabra» (8:1, 4).
Está claro que todos los creyentes, a excepción de los líderes apostólicos, estaban esparcidos. Los que habían sido esparcidos (toda la Iglesia) iban predicando la Palabra.
Los cristianos deben participar en el ministerio de la Iglesia, y todo cristiano debe esforzarse por «ser Cristo para su prójimo». Ser Cristo para tu prójimo no significa ser su señor y salvador. Más bien, se trata de ser un representante de Cristo para tu prójimo. Debemos representar la misericordia y el ministerio de Jesús ante todo el que nos rodea.
No necesitamos voluntarios que sean impulsados por la culpa o por el deseo de ganarse la redención. Cristo cargó con nuestra culpa y proporcionó todo el mérito que necesitamos. Necesitamos voluntarios porque en los más débiles de Sus hermanos, vemos que Jesús está hambriento, sediento, sin hogar, enfermo y en la cárcel. Necesitamos voluntarios que amen a Jesús en las aflicciones de Sus hermanos más débiles.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
¿De qué maneras puedes ser Jesús para tu prójimo? ¿Qué estás haciendo por los hambrientos, los sedientos, las personas sin hogar o los encarcelados?
Para estudiar más a fondo
Mateo 25:35-40