Apagar los dardos de Satanás

Satanás es poderoso. Es más poderoso que nosotros. Es por esto que necesitamos desesperadamente la armadura de Dios. Aunque es poderoso, él es mucho menos poderoso que Dios. Por esto, la Biblia declara que más grande es el que está en vosotros (el Espíritu Santo) que el que está en el mundo (Satanás) (1 Jn 4:4). Es posible apagar los dardos de Satanás, pero no los de Dios. Puedes huir de la presencia de Satanás, pero no puedes huir de la presencia de Dios.

Debemos tener cuidado con estos golpes de Satanás. Él también practica el kickboxing. Justo cuando logramos protegernos de sus manos, él hace trampa y usa sus pies. Aquí su artimaña es más efectiva.

Una característica de Satanás es su poder metamórfico. Él tiene la habilidad engañosa y aguda de aparecer bajo los auspicios del bien. Puede transformarse en ángel de luz. No lo encontrarás en el mundo de Saddam Hussein. Él no es tan burdo. Él parece un santo, un ejemplo de virtud, esperando para seducirte.

Por encima de todas las cosas, él es un fraude. Su obra es anticristo no solo en el sentido de obrar en contra de Cristo, sino también en el sentido de querer obrar como sustituto de Cristo.

La buena noticia acerca de Satanás es esta: su destrucción es segura, y una pequeña palabra hará que él caiga.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

Piensa en las formas en que Satanás te ha engañado en el pasado disfrazado de «ángel de luz». Pídele a Dios que te haga más perceptivo al engaño de Satanás en el futuro.

Para estudiar más a fondo

Publicado originalmente en el Blog de Ligonier Ministries.