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Transcripción
Continuando con nuestro estudio de la crisis en la escatología, el punto que quiero ver en esta sesión es el siguiente: Cuando Jesús habló de Su venida en el fin del siglo, ¿quiso decir con esa frase el «fin del siglo» el fin de la historia mundial o estaba hablando específicamente sobre el fin de la era judía? Ese es uno de los puntos críticos que están en disputa aquí con respecto a las referencias temporales de la escatología del Nuevo Testamento.
Me gustaría leer una porción del texto de Mateo para ustedes de la Reina Valera, la revisión del 1960, donde leemos en el capítulo 13 versículo 38 la interpretación de Jesús de la parábola de la cizaña. Él dice y cito: «El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo».
Ahora, la razón por la que leí de la Reina Valera del 60 es que se lee un poco diferente a otras traducciones en español. Ahora, si me sigues por un momento, leeré de la Nueva Biblia de las Américas. En el versículo 38 leemos: «…y el campo es el mundo», así es exactamente como lo traduce la Reina Valera 60 «la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo; y los segadores son los ángeles». Versículo 40: «Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo».
Nota que en los versículos 38, 39 y 40 tres veces la Nueva Biblia de las Américas tradujo las palabras de Jesús usando la palabra en español «mundo». En la Reina Valera 60, «mundo» se usa en el versículo 38, pero en los versículos 39 y 40 la palabra «siglo» es usada en lugar de «mundo». Ahora, ¿por qué es eso? ¿Por qué la diferencia? Bueno, la sencilla razón de la diferencia es que hay dos palabras griegas diferentes en el texto del Nuevo Testamento que están siendo traducidas aquí.
En el versículo 38 la palabra griega es la palabra cosmos, que es la palabra común que se usa para describir el mundo. Hablamos de eventos cósmicos y demás. Esa es la palabra griega cosmos. Luego, en los versículos 39 y 40, tenemos la palabra griega aion, que significa «siglo» o «época», en vez de «mundo». Es por esta razón que traducciones modernas como la Nueva Biblia de las Américas añaden una nota de pie a la palabra griega aion para hacer notar que puede traducirse también como «siglo».
Mi problema con esto es que puedes asumir, como muchos han asumido, que cuando Jesús estaba hablando del fin del siglo, se refería al fin de la era humana, el fin de la historia del mundo. Y entiendo por qué se pudiera usar «mundo» para traducir este texto. Pero, francamente, creo que no debieron haber hecho eso debido a la diferencia de las palabras griegas y la confusión que el uso de «mundo» pudiera causar al interpretar el texto en conjunto. Pero eso todavía no resuelve nuestro problema, porque el término “fin del siglo” podría referirse, por supuesto, al fin de la era humana. Se refiere al final de algún período de tiempo, al final de alguna época.
De nuevo, la pregunta es si es el fin de la historia tal como la conocemos o es más específico y definitivo con la referencia a la era judía. Bueno, de nuevo, tenemos que enfrentarnos al hecho de que al asumir la posibilidad de que se trata de una distinción entre la era judía y la era humana, podríamos estar exponiéndonos a la acusación de estar enredados en interminables especulaciones y creando de la nada una diferencia que la Biblia no presenta. Ahora, para que eso no suceda creo que sería importante que encontráramos en las Escrituras alguna referencia al uso de este término «siglo» que sea más específico y más distintivo que el concepto general de la era de los seres humanos o de la historia del mundo.
Ahora, cuando vemos la versión de Lucas del discurso del monte de los Olivos, que se encuentra en el capítulo 21 de su evangelio. Prestemos atención a esa porción. Tenemos algunos detalles en la versión de Lucas del discurso del monte de los Olivos que no se encuentran ni en la versión de Mateo en Mateo 24 ni en la versión de Marcos en Marcos 13. El pasaje que es el más interesante para nosotros en este contexto, leeré empezando en Lucas capítulo 21 versículo 20. «Pero cuando ustedes vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan entonces que su desolación está cerca. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de la ciudad, aléjense; y los que estén en los campos, no entren en ella».
Recuerda que mencioné al principio de esta serie que este era un consejo opuesto a lo que universalmente se considera como un plan de supervivencia aceptado en el caso de un ataque o sitio militar. La gente iría inmediatamente a la mejor ciudad fortificada por su seguridad y una de las razones por las que Josefo nos dice que 1,1 millones de personas murieron en la destrucción de Jerusalén, es porque después de que los ejércitos de Roma invadieron y cruzaron las fronteras de Palestina, la voz corrió a través de las aldeas y la gente del pueblo de todas partes huyó a Jerusalén por seguridad, pero los cristianos no lo hicieron, porque aquí Jesús con claridad da la advertencia de no hacer eso. «Los que estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de la ciudad, aléjense; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de venganza».
¿Venganza de quién? La venganza de Dios está siendo derramada ahora sobre Jerusalén. «Estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. ¡Ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días! Porque habrá una gran calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo. Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones». Una vez más, esta es una de las predicciones futuras más notables que encontramos en cualquier literatura existente de cualquier tipo, de cualquier lugar, de cualquier época.
Una persona me dijo que le diera un argumento para corroborar la verdad del cristianismo y la respuesta fue: los judíos, que el pueblo judío había mantenido su identidad, sus orígenes étnicos sin una patria durante dos mil años y se reúnen de forma regular y se dicen unos a otros: «El año que viene en Jerusalén». Soy de ascendencia irlandesa. Cuando era niño, mis padres no me obligaban a ir a la escuela en el día de San Patricio porque la radio, la radio popular, pasaba canciones irlandesas todo el día. Mi madre me cantaba canciones de cuna irlandesas cuando era bebé, a la hora de ir a dormir y crecí memorizando todas estas canciones, pero por más que trataron de preservar nuestra herencia irlandesa por dos o tres generaciones, no nos reuníamos alrededor de una mesa diciendo: «El año que viene en Dublín». Soy estadounidense, ya no me considero irlandés.
Pero los judíos, a pesar de la pérdida de su país y de su centro de culto, se dispersaron por todo el mundo y nunca perdieron su identidad. Eso nunca se ha visto en la historia mundial. Pero fue predicho, es decir, la dispersión de los judíos es predicha por Jesús aquí mismo cuando dijo: «Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones». Aquí está el versículo crítico: «Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan». «Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan». Aquí Jesús no habla de la era judía o de la era gentil, Él no usa ese lenguaje. Sino que Él menciona esta extraña frase «los tiempos de los gentiles».
Ahora, una deducción simple y elemental. ¿Qué tiempos de los gentiles se podrían distinguir de qué otros tiempos? Obviamente, los gentiles aquí es una palabra, el término gentiles, es una palabra que se usa para diferenciar a los gentiles de los judíos. Si hay tiempos de los gentiles, probablemente hay… ¿qué hay antes? Tiempos de los judíos. Entonces tenemos un período específico de tiempo en la historia que se llama «los tiempos de los gentiles».
Dije anteriormente que hay aquellos que fueron llamados preteristas completos que creen que no solo los elementos del discurso del monte de los Olivos se cumplieron en el primer siglo, sino que todas las profecías del Nuevo Testamento con respecto al futuro ya han ocurrido, incluida la venida final de Cristo, la gran resurrección, el rapto y todo lo demás. No creo eso. Aquellas personas que toman la posición de que todo ya se ha cumplido en el primer siglo tienen un problema con esta frase de «los tiempos de los gentiles». Y por eso la incluyen como un pequeño intermedio justo antes de la destrucción de Jerusalén, digamos entre 69 y 70 d. C., donde los gentiles tenían un pequeño asunto ocurriendo en Jerusalén, en el momento en que Josefo nos cuenta, pero voy a omitir eso por ahora.
La cosa es que cuando Lucas habla de que Jerusalén fue «pisoteada por los gentiles hasta que», la palabra que allí se traduce «hasta que» se refiere claramente a un punto final y ese punto final es el cumplimiento de «los tiempos de los gentiles». Es decir, Jerusalén será controlada por los gentiles durante un período definido de la historia, pero llegará un momento en que eso terminará y ese final coincidirá con el final de «los tiempos de los gentiles». ¿Me estoy explicando aquí? Que hay un período en la historia que empieza en el año 70 d.C., donde Jerusalén es destruida, los judíos son dispersos y lo que sigue son «los tiempos de los gentiles». Pero eso no dura para siempre. Hay un tiempo en que eso se cumplirá y probablemente ese cumplimiento estará relacionado con el fin del pisoteo de Jerusalén por los gentiles.
Ahora, solo como un paréntesis en este punto, permítanme recordarles que lo que ocurrió en 1948 con la recreación del estado judío, el Estado de Israel, después de casi dos mil años y quizás aún más importante, la recuperación de la ciudad de Jerusalén del control de los gentiles en 1967, con la guerra de los siete días o la guerra de los seis días, no recuerdo cuantos días fueron. En todo caso, esos dos eventos han desencadenado quizás más especulación escatológica que cualquiera de los dos eventos en los últimos quinientos años, debido a las personas que buscan la restauración de la nación de Israel como un signo supremo del fin de los tiempos.
Ahora, eso se relaciona con el tipo de posición que tienes sobre el milenio y entraré en eso más adelante. Pero puedo recordar en 1967 ver a los soldados judíos entrar al centro de Jerusalén con sus armas y cuando llegaron al Muro de los Lamentos arrojaron sus armas y se olvidaron del tiroteo y se dirigieron directamente al Muro de los Lamentos y empezaron a orar. Y recuerdo haber visitado a un estudioso del Antiguo Testamento esa noche y decirle ¿qué haces con esto? Él dice: «Bueno, no sé qué hacer con esto, pero es muy interesante». Fue entonces cuando Karl Barth dijo que la gente empezó a leer la Biblia en una mano y sus periódicos en la otra mano.
Pero este es un pasaje oscuro aquí. Es la única vez en el discurso del monte de los Olivos de los tres evangelios sinópticos que se hace alguna mención sobre «los tiempos de los gentiles». Pero sí tenemos otra referencia a los tiempos de los gentiles que no se encuentra en el discurso del monte de los Olivos, sino en uno de los capítulos didácticos más importantes con respecto a la expectativa futura en los escritos de Pablo en Romanos capítulo 11, cuando Pablo habla de la iglesia injertada en el árbol original o el tronco de Israel y que nosotros, que somos gentiles o los «recién llegados», hemos sido injertados en el pueblo histórico de Dios, que por supuesto somos la nación de Israel y Pablo dice en el versículo 25 de Romanos 11: «Porque no quiero, hermanos, que ignoren este misterio, para que no sean sabios en su propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles».
De nuevo, hay mucha controversia en la interpretación de Romanos 11. Algunos creen que cuando Pablo habla de Israel, no está describiendo al Israel étnico; no está hablando del pueblo judío; está hablando del nuevo Israel, la iglesia cristiana. Ahora, no soy de la opinión de que Dios tiene dos puntos de vista y dos planes de redención, uno para Israel y otro para la iglesia. No creo eso ni por un segundo y sí creo que la iglesia en el Nuevo Testamento es el cumplimiento del pueblo del pacto de Dios conocido como Israel en el Antiguo Testamento. Entonces no divido esos dos. Sin embargo, eso no significa que todas las distinciones étnicas sean eliminadas y que Pablo aquí, creo, en Romanos 11 cuando habla de Israel y al mismo tiempo habla de gentiles, solo puede distinguir sobre la base de etnicidad.
Creo que el apóstol está diciendo aquí en el capítulo 11 que Dios no ha terminado con el pueblo judío, que todavía hay otro capítulo de la historia que esperamos donde Dios, una vez más, tratará con Su pueblo, el Israel de origen étnico. De nuevo, él dice: «A Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Así, todo Israel será salvo, tal como está escrito: “El Libertador vendrá de Sión; / Apartará la impiedad de Jacob. / Y este es Mi pacto con ellos, / Cuando Yo quite sus pecados”. En cuanto al evangelio, son enemigos por causa de ustedes [es decir, los judíos], pero en cuanto a la elección de Dios, son amados por causa de los padres. Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables».
Entonces escucho a Pablo en Romanos 11 hablando de una futura acción redentora con respecto a Su pueblo del pacto, los judíos. Ahora, en todo caso, el punto más importante aquí es que por segunda vez vemos esta frase en el Nuevo Testamento, «los tiempos de los gentiles». Si hay alguna duda sobre qué distinción se está haciendo en Lucas, no hay duda al respecto en Romanos, que los tiempos de los gentiles es un marco de tiempo que se distingue de los tiempos del pueblo judío. Él habla como lo hace Lucas de que los tiempos de los gentiles se cumplieron.
Alguien podría preguntarme, bueno, si ese es el caso y si Lucas está diciendo que Jerusalén será pisoteada hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles y ya no es pisoteada, ¿no significa eso que los tiempos de los gentiles han terminado y deberíamos estar en el final? No necesariamente porque por un lado, aunque los judíos conquistaron Jerusalén, todavía tienen mucho que está bajo el control de los gentiles y los judíos no tienen dominio completo sobre la ciudad de Jerusalén. La están compartiendo, todavía en cierto sentido están bajo los pies de los gentiles, así que no sé qué significa eso, si los judíos serán expulsados de Jerusalén mañana y esperamos otros tres mil años antes de que se cumpla el tiempo de los gentiles. Lo dudo.
Ciertamente da una razón para hacer una pausa y decir ¿estamos al borde de algún gran evento histórico redentor importante? De nuevo, la tentación en cada generación es pensar eso, porque todos queremos con desesperación ver la consumación final del reino de Cristo y cada generación debe ser diligente y vigilante y tener esa esperanza ardiendo en su pecho. Por ahora solo estoy tratando de decir que si la era de los gentiles empieza en… sabemos que los tiempos de los gentiles empieza en el año 70 d. C., si ese es el caso, ¿no se sería lógico decir que los tiempos de los judíos o la era judía terminó en el año 70 d. C.? El final de la era judía, el inicio de la era gentil, si quieres.
De modo que, de nuevo, el marco de tiempo encaja con el año 70 en lugar de oponerse a éste. Ahora, rápidamente, antes de que se acabe nuestro tiempo, quiero dar algunas referencias de otros marcos de referencia de tiempo que no son de ninguna manera exhaustivos, pero que se refieren a la expectativa de cercanía de los últimos días según los escritores de las Escrituras. En Mateo 10:23 «no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre». En Mateo 26:64 Jesús está hablándole al sumo sacerdote, y dijo: «Verán al Hijo del Hombre… viniendo sobre las nubes del cielo». Romanos, la carta de Pablo a los Romanos capítulo 13: «ya es hora de despertarse del sueño». «La noche está muy avanzada, y el día está cerca».
En 1 Corintios 7 «porque la apariencia de este mundo es pasajera». 1 Corintios 10 versículo 11, un pasaje crítico: «para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos». Filipenses 4:5 «El Señor está cerca». En las epístolas generales, Santiago 5:8-9 «La venida del Señor está cerca. Ya el Juez está a las puertas»; 1 Pedro 4:7 «el fin de todas las cosas se acerca»; 1 Juan 2:18 «es la última hora. Sabemos que es la última hora». En el libro de Apocalipsis, que veremos por separado, capítulo 1 versículo 1 «La Revelación de Jesucristo», con respecto a «las cosas que deben suceder pronto»; 1:3 «el tiempo está cerca»; 3:11 «Vengo pronto». Capítulo 22, versículos 6 y 7 «[Dios] envió a Su ángel para mostrar a Sus siervos las cosas que han de suceder enseguida. “Por tanto, Yo vengo pronto”» y así.
Tenemos una lista de referencia tras referencia tras referencia en el Nuevo Testamento que apunta a la situación crítica en la que estaba el mundo en el primer siglo con respecto al día del Señor, que era el día de la venganza, de la visitación de la ira de Dios que estaba ligada a algún tipo de venida de Jesús. Ahora, lo que voy a sugerirles es que esa venida que se describe en estos pasajes no es la venida final de Jesús, sino que es Su juicio que viene sobre Israel, el juicio que viene de Cristo sobre Israel. Y en nuestra próxima sesión quiero ver algunos aspectos fascinantes que han sido registrados por el historiador judío Flavio Josefo donde nos da un relato como testigo ocular, un relato de testigo ocular, del sitio y destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén.