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10 octubre, 2024El rapto de la iglesia y el retorno de Cristo

Nota del editor: Este es el sexto capítulo en la serie de artículos de la revista Tabletalk: La doctrina del futuro
En una ocasión un amigo predicó sobre el regreso de Cristo en una iglesia que tenía una visión dispensacional del final de los tiempos. Después del servicio, uno de los congregantes, aparentemente preocupado por lo que acababa de oír, le preguntó: «Usted cree en el arrebatamiento, ¿verdad?». Mi amigo respondió alegremente: «¡Oh, yo creo que el regreso de Cristo va a ser un acontecimiento arrebatador!».
Contrario a muchos conceptos erróneos ampliamente aceptados sobre el rapto y el regreso de Cristo —incluidos los que hay en el dispensacionalismo— la Escritura solo menciona dos venidas de Cristo: la primera en Su encarnación y la segunda en la consumación. La revelación neotestamentaria de los acontecimientos que acompañarán el regreso de Cristo incluye la enseñanza de 1 Tesalonicenses 4:13-18, un pasaje que muchos evangélicos de Occidente ven erróneamente como prueba de una evacuación de los creyentes al cielo para escapar parcial o totalmente de la tribulación que precede al regreso visible de Cristo. Sin embargo, este pasaje en realidad enseña que los creyentes que estén vivos cuando Cristo regrese en gloria serán «arrebatados» (es decir, raptados) en el momento de este regreso, inmediatamente después de que Cristo resucite a Su pueblo de entre los muertos en Su segunda venida. En otras palabras, la iglesia no es evacuada antes de la venida final de Cristo ni se le promete un escape de la tribulación.
Aunque desde finales del siglo XIX se han presentado complicadas propuestas sobre el rapto y el regreso de Cristo por medio de la enseñanza dispensacional, la revelación bíblica sobre estos acontecimientos se caracteriza por una dulce sencillez. La Escritura no habla de tres regresos de Cristo (ni de dos y medio, como insisten ciertas propuestas), sino que la historia redentora está estructurada por la primera y la segunda venidas de Cristo. El autor de Hebreos enseña: «Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente lo esperan» (He 9:27-28). Este pasaje resume lo que revela el resto del Nuevo Testamento sobre las dos apariciones de Cristo y la esperanza de los creyentes.
En contraste, el premilenialismo dispensacional se define por la creencia de que habrá un rapto secreto de los creyentes antes o durante un período de tribulación, que precederá a la venida visible de Cristo para instituir Su reinado literal de mil años sobre la tierra. Este concepto erróneo se basa en numerosas suposiciones a priori sobre lo que se revela en 1 Tesalonicenses 4:13-17. En este pasaje, el apóstol Pablo escribe:
Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los que duermen, para que no se entristezcan como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con Él a los que durmieron en Jesús. Por lo cual les decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre.
El apóstol escribió esta carta para animar a los creyentes afligidos por la muerte de otros creyentes que habían conocido y amado. Los falsos maestros habían perturbado a estos cristianos con la noción de que la resurrección ya había ocurrido. En respuesta, Pablo expuso un resumen general de lo que sucederá cuando Cristo regrese. Vincula directamente la idea de que los creyentes serán «arrebatados […] al encuentro del Señor en el aire» para proclamar públicamente el regreso de Cristo. Esto va en contra de la idea de un rapto secreto. El regreso de Cristo vendrá acompañado de una proclamación pública. Jesús primero llevará a cabo la resurrección de Su pueblo que ha muerto; entonces Él hará que los que estén vivos sean arrebatados junto con Él en el aire. La Escritura no muestra en ninguna parte la idea de un rapto secreto antes de un período de tribulación, pero sí revela que la segunda venida de Cristo será un acontecimiento sumamente arrebatador para todos los creyentes.