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17 diciembre, 2022La teología nos lleva a la doxología

Nota del editor: Este es el primer capítulo en la serie de artículos de Tabletalk Magazine: Atributos de Dios mal entendidos
Cuando leí por primera vez el libro de Sinclair Ferguson El Espíritu Santo en 1999, me llamó la atención una cita de Tomás de Aquino que aparece en el prefacio: «La teología procede de Dios, nos enseña sobre Dios y nos lleva a Dios». Esa afirmación me afectó profundamente. Me ayudó a comprender qué es la teología, por qué existe y qué hace.
Al leer el libro del Dr. Ferguson me di cuenta de que no solo me estaba enseñando teología, sino que también me estaba enseñando a hacer teología. A lo largo de su libro, el Dr. Ferguson elaboró su principio rector: lo que sabemos sobre Dios debe provenir de lo que Dios ha revelado en Su Palabra infalible, la cual nos enseña sobre Dios para que podamos conocerlo correctamente.

Pero la teología no existe como un fin en sí mismo. No estudiamos la teología simplemente para conocerla, sino para conocer a Dios. D. Martyn Lloyd-Jones escribió: «Como la teología es, en última instancia, el conocimiento de Dios, cuanta más teología conozca, más debería impulsarme a buscar conocer a Dios». Así es, la teología bíblica que proviene de Dios nos llevará necesariamente a conocer, amar y adorar a Dios, y eso es precisamente lo que el Dr. Ferguson me enseñó en su libro. Su forma de enseñar teología me ha llevado no solo a conocer la teología, sino también a conocer a Dios y a adorar al Dios de la Escritura, no a un dios que yo mismo haya creado.
Esta es una de las razones por las que leemos libros, escribimos libros y publicamos revistas como Tabletalk: para poder conocer, amar, glorificar y disfrutar de Dios cada vez más en todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Por lo tanto, aunque el tema de este número de Tabletalk pueda parecer un poco académico para algunos, es necesario que los cristianos lo estudien. Debido a la mala enseñanza y a la falta de comprensión teológica, incluso iglesias que se aferran a la Escritura como la Palabra inerrante de Dios están criando sin saberlo a una generación de personas que profesan más la herejía que la teología bíblica. La necesidad urgente de nuestra generación no es solo que el mundo conozca a Dios, sino que, como subrayó el Dr. R.C. Sproul, la iglesia conozca a Dios. Conocer a Dios significa conocer nuestra teología, y conocer nuestra teología significa conocer la revelación de Dios sobre Sí mismo para que podamos ser conducidos de nuevo a Él, por Su gracia, a través del poder de Dios el Espíritu Santo, para adorar a Dios de manera que solo Él pueda obtener la gloria. En pocas palabras, la teología sana nos lleva a la doxología.