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¿Qué tienen en común los tulipanes, el amor de Dios y una comprensión de la salvación que tiene varios siglos? Que todos ellos se reflejan en lo que se conoce como los cinco puntos del calvinismo.
¿Cómo están interconectadas estas cosas? La palabra inglesa tulip (tulipán en español) forma un acróstico que resume una comprensión particular de la salvación que tiene en su centro el amor de Dios. Veamos cómo funciona esto.
Depravación total
La T en TULIP es por la depravación total (total depravity en inglés), que describe cómo el pecado afecta a los seres humanos. Pero para comprender esto, tenemos que empezar antes de que el pecado entrara en el mundo. Nuestro Dios trino ha existido desde toda la eternidad como Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en poder y gloria, disfrutando de una relación de amor santo sin principio ni fin. Este amor santo motivó la libre decisión de Dios de crear el universo y de crear al hombre y a la mujer a Su propia imagen para que le amaran a Él y se amaran entre sí. Sin embargo, Adán eligió rechazar a nuestro Creador y, por la desobediencia de Adán, la humanidad cayó en el pecado (Gn 3; Ro 5:12-21). La depravación total dice que el pecado nos ha retorcido de tal modo que, sin la gracia, amamos a otras cosas más de lo que amamos a Dios. Nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestros afectos, nuestros espíritus: cada parte de nosotros se ha visto afectada por el pecado y, por nuestra propia voluntad, no podemos escapar de esta situación. Sin embargo, Dios no ha dejado de amar a Su creación (Jn 3:16). Y en Su amor, refrena el pecado, impidiendo que seamos tan malos como podríamos ser. Así, incluso los que no conocen a Cristo pueden hacer cosas exteriormente buenas. Pueden ser buenos vecinos, amar a sus hijos, etc. Sin embargo, sin la gracia, ninguno de nosotros hace estas cosas con la motivación correcta para amar y glorificar a Dios.
Elección incondicional
La U en TULIP es por la elección incondicional (unconditional election en inglés), que forma parte de la solución de Dios a nuestra depravación total. La caída en el pecado, por supuesto, no sorprendió a Dios. Él conoce el fin desde el principio y ha ordenado la historia como parte de la realización de Su plan y Sus propósitos para todas las cosas (Is 46:8-11; Ef 1:11). El Señor habría sido justo manteniéndonos en nuestro estado de pecado y alejamiento de Él, pero decidió fijar Su amor especial en Su pueblo, eligiéndolo para redimirlo y devolverle su condición de hijos de Dios. La elección incondicional es la elección amorosa de Dios de pecadores específicos para salvación, sin tener en cuenta algo bueno en ellos (Ro 9:1-29). Su amor salvador por nosotros no está condicionado por nuestra inteligencia, apariencia, bondad, condición social ni ninguna otra cosa. Él no ama a Su pueblo porque sea menos pecador que los demás. Todos los descendientes de Adán y Eva (excepto Cristo) son pecadores. La elección incondicional dice que Dios escoge salvar a algunas personas y pasar por alto a otras. Tiene un amor por algunas personas que no tiene por otras. Si eres cristiano, es porque en la eternidad pasada, mucho antes de que nacieras, Dios eligió amarte con Su amor salvador. No te eligió porque fueras mejor que los demás. No te escogió porque supiera que le elegirías si te diera la oportunidad. Simplemente eligió amarte y, puesto que Su amor no está condicionado por nada en ti, nunca dejará de amarte.
Expiación limitada
La L en TULIP es por la expiación limitada (limited atonement en inglés), que describe la intención de Dios tras la muerte de Cristo al proporcionar la salvación. La pregunta es: ¿pretendía Cristo expiar los pecados de todas las personas que han vivido, o solo los de los elegidos? Otra forma de decirlo es: ¿Amaba Dios a las personas en general, sin referencia alguna a ellas como individuos, y envió a Cristo a morir para proporcionarles una posibilidad de salvación? ¿O amó Dios a individuos concretos, enviando a Su Hijo a morir por ellos de manera específica, expiando perfectamente sus pecados de tal modo que la muerte de Cristo realmente garantice la salvación de un pueblo en particular?
La expiación limitada es necesaria debido a la justicia de Dios. Si el pecado ha sido expiado, ha sido juzgado y Dios ya no nos lo reprocha. Pero la incredulidad es un pecado, así que si Cristo murió por todos los pecadores, ¿cómo podría Dios todavía sostener la incredulidad contra alguien? Al fin y al cabo, Cristo la expió. Pero Dios envía a los incrédulos al infierno, y si su pecado ya ha sido expiado, entonces sería injusto. Les estaría echando en cara un pecado que no se les debería echar en cara porque Cristo lo expió.
La expiación limitada también se enseña explícitamente en la Escritura. En el antiguo pacto, en el día de la expiación, el sumo sacerdote de Israel ofrecía un sacrificio expiatorio solo por el pueblo de Israel, no por todos los habitantes del planeta (Lv 16). En el nuevo pacto, Jesús nos dice que Él entrega Su vida por Sus ovejas y solo por Sus ovejas (Jn 10:1-18). Algunas personas no son Sus ovejas, sino cabras. Jesús no murió por las cabras, sino por las ovejas: Su pueblo. Debemos señalar que algunas personas se han opuesto a la expiación limitada debido a textos como 1 Juan 2:2, que dice que Jesús es la propiciación no solo por nuestros pecados, «sino también por los del mundo entero». Sin embargo, ese texto no se refiere a la intención de la expiación, sino a la forma de salvación en general. Dios ha proporcionado solo un camino de salvación: a través de Cristo (Jn 14:6). Si alguien en el mundo va a salvarse, será a través de Él. No hay otro camino. El sentido de 1 Juan 2:2 es que Cristo es la única expiación que puede salvar a alguien, no que Él haya expiado los pecados de cada individuo.
Gracia irresistible
La I en TULIP es por la gracia irresistible (irresistible grace en inglés), que se refiere al poder amoroso de Dios en la salvación. Esencialmente, dice que si Dios te ama y te quiere en Su familia, va a conseguirte. Te ama tanto que se asegurará de que llegues a la fe y es lo bastante poderoso como para garantizar tu fe. A menudo en la vida, vemos a las personas que amamos yendo por el camino equivocado y no podemos convencerles de que se aparten de él. Somos impotentes para garantizar que tomen la decisión correcta. El amor de Dios es lo bastante poderoso como para garantizar que tomemos la decisión correcta. Él puede vencer toda resistencia que podamos ofrecer y nunca deja de persuadir a los elegidos para que confíen en Él. Ciertamente, podemos resistirnos a Cristo durante un tiempo. Podríamos rechazar el evangelio durante años antes de creerlo. Por eso sería mejor hablar de gracia finalmente irresistible o de gracia eficaz. Sin embargo, cuando todo esté dicho y hecho, Dios llevará a todos Sus hijos a la fe.
Probablemente puedas ver cómo la elección incondicional demanda la gracia irresistible. Si Dios elige a algunos para la salvación y esta voluntad no puede ser frustrada, entonces Su gracia debe ser finalmente irresistible. Debe ser eficaz para llevarnos a la fe. Pero también encontramos pruebas de ello en textos como Juan 6:37-40, donde se nos dice que todos los que el Padre entrega a Cristo para salvación acuden a Él. Efesios 2:1-10 también nos dice que Dios da vida a personas que están muertas en el pecado. La resurrección requiere un poder eficaz, porque las personas muertas no pueden responder con fe. Dios debe actuar eficazmente para darnos corazones nuevos antes de que creamos, porque no podemos cooperar con Él mientras estemos muertos en el pecado. Otros textos que apuntan a la gracia finalmente irresistible de Dios son Génesis 12:1-3, donde Dios le ordena a Abram que suba de Ur y el patriarca no duda en absoluto en partir. Dios lo decreta y así sucede.
En resumen, la gracia irresistible preserva la verdad de que Dios no solo es todo amor, sino que es todopoderoso. Su amor es lo bastante fuerte como para garantizar la salvación de todos los que Él quiere salvar. Su amor por Su pueblo es omnipotente.
Perseverancia de los santos
La P en TULIP es por la perseverancia de los santos (perseverance of the saints en inglés), que enseña el permanente amor salvífico de Dios por Su pueblo. El Señor nunca deja de amar a Su pueblo con un amor salvífico y eficaz; y en consecuencia, todos los que han creído verdaderamente en Él no se apartarán finalmente de la fe. Puede parecer que los verdaderos creyentes en Cristo le abandonan durante un tiempo, pero si han creído verdaderamente en Él, siempre volverán a Él. Los que profesan la fe pero luego se apartan finalmente, en verdad nunca creyeron en Cristo. Salieron de nosotros porque nunca fueron verdaderamente de nosotros (1 Jn 2:19).
Insisto, otros puntos teológicos, como la elección incondicional, demandan la perseverancia. Si Dios escoge salvar a los elegidos, estos deben perseverar. También encontramos esta enseñanza explícitamente en la Escritura. Cristo dice que nadie puede arrebatarnos de la mano del Padre (Jn 10:29). «Nadie» nos incluye incluso a nosotros mismos: ni siquiera nosotros podemos arrebatarnos de Su mano. Romanos 8:28-30 dice que Dios glorifica a todo aquel a quien justifica. Puesto que la justificación viene por la fe sola (Ro 4), si Dios glorifica a todos los que justifica, glorifica a todos los que llegan a la fe salvadora. En resumen, Dios nos ama demasiado como para dejarnos caer fuera de Su gracia. Sencillamente, no nos dejará.
Como puedes ver, el TULIP, o los cinco puntos del calvinismo, resume la obra salvadora de Dios y destaca el amor omnipotente de Dios. Los cristianos pueden estar seguros de que, si creen, es gracias a la obra de Dios, y esa obra no puede fallar porque Su amor no puede fallar.