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17 octubre, 2023
Recibir gozo y fortaleza
17 octubre, 2023Comprender el nuevo papel de Cristo

Imagina una situación terrenal en la que el heredero del trono se reúne con sus amigos más cercanos en la víspera de su coronación. Los amigos del nuevo rey difícilmente desearían que el rey evitara su propia coronación. No hay mayor beneficio para los amigos del nuevo rey que su ascenso al trono.
Cuando Jesús dejó este mundo, no se iba al exilio. Él partía para Su coronación. Pasaba de la humillación a la exaltación. El beneficio extraordinario de esto para todo cristiano es que puede vivir con la plena seguridad de que en este mismo momento el Rey Jesús ocupa el cargo político más alto del universo. Su mandato es para siempre. Ninguna revolución, ninguna rebelión, ningún golpe sangriento puede arrebatarle el trono. El Señor Jesucristo, el Todopoderoso, reina.
El «dónde» explica parcialmente el «porqué». Sin embargo, hay más que agregar. El Rey sirve en en una doble función. No es un monarca ordinario. Al mismo tiempo que reina como Rey, sirve a Sus súbditos como su gran Sumo Sacerdote. El Rey se arrodilla ante Su propio trono en súplica por Su pueblo. Además de la sesión también hay intercesión. El trono de Jesús está vinculado al Lugar Santísimo celestial. Diariamente, Él intercede por ti.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Piensa en esta gloriosa verdad: desde Su nueva posición, Jesús intercede fielmente por ti a la diestra del Padre.
Para estudiar más a fondo
Lucas 24:50-52