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2 marzo, 2022Entrar en una unión mística




La vida cristiana se vive en el contexto de una unión mística con Cristo. Esta unión encuentra su origen inicial en la eternidad. Desde la fundación del mundo, nuestra salvación está descansando en la gracia de la elección soberana de Dios. Pablo así lo explica en Efesios 1:3-6.
Es en el Amado que encontramos nuestra redención. Desde la eternidad, Dios considera que los elegidos están en Cristo. Antes de que nuestra unión mística se llevara a cabo en el tiempo, ya era una realidad presente en la mente de Dios.
Tal y como Cristo invadió el tiempo desde la eternidad hace dos mil años, así mismo nuestra unión eterna se inmiscuye en el tiempo a través de la obra del Espíritu. Lo que siempre ha existido en la mente eterna de Dios se convierte una realidad atada al tiempo en el corazón de los regenerados. El resultado es que, en Cristo, por medio del Espíritu, contemplaremos al Padre en nuestra muerte y de ahí a la eternidad. Somos hijos del Padre, tal como fue en el principio.
Nuestra salvación es por Cristo y en Cristo. Por Su justicia somos hechos justos. Por Su expiación nuestros pecados son perdonados.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Agradece a Dios por tu salvación, Su justicia y Su expiación por tus pecados.
Para estudiar más a fondo
Efesios 1:3-6