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¿Quién fue el prerreformador Girolamo Savonarola? En este episodio de 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, Stephen Nichols nos presenta a este ardiente y provocador predicador que se dedicó a predicar la Palabra de Dios a pesar de la oposición de la Iglesia católica romana.
Transcripción
Bienvenidos a 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, un podcast de los Ministerios Ligonier con Steve Nichols.
En este episodio de 5 Minutos en la Historia de la Iglesia estaremos ubicados en Italia. Más precisamente, nos dirigimos a Florencia, y vamos a hablar del prereformador Girolamo Savonarola, un monje de la orden de los dominicos. Girolamo (o Jerónimo) Savonarola nació alrededor de 1452 y murió en 1498. Esta época es la víspera de la Reforma, y aunque Savonarola no vivió más de 45 años, dejó un legado importante. Al principio parecía que Savonarola se preparaba para una carrera en medicina. Su padre era médico y él tenía la esperanza de convertirse en médico igual que él. Pero mientras estudiaba medicina sintió un llamado hacia la vida religiosa y decidió unirse a la orden dominica.
Comenzó temprano en su carrera a predicar públicamente, y lo hizo con un estilo apocalíptico bastante peculiar. Era una mezcla interesante de reforma política y reforma eclesiástica. Dedicó mucho tiempo a estudiar el libro de Apocalipsis. Incluso llegó a ver Florencia como una nueva Jerusalén, el centro, por así decirlo, de un nuevo movimiento reformado que se extendería por Europa y purificaría la iglesia. Era un predicador bastante impetuoso, del cual siempre se esperaba oír cosas muy provocadoras. Las grandes multitudes se reunían en la catedral de Florencia para escucharle.
Bueno, como podrás imaginar, la noticia de esto llegó rápidamente al papa Alexander VI, que no estaba muy lejos en Roma. Y esto lo enfureció. Entonces, Alexander VI comenzó a perseguir a Savonarola, quien eventualmente fue excomulgado, y finalmente martirizado. Sin embargo, antes de su martirio, en marzo de 1498, Savonarola escribió un maravilloso librito llamado The Triumph of the Cross o El triunfo de la cruz en español. Parece que en este libro Savonarola se aleja de algunas de sus primeras prédicas más apocalípticas, las cuales eran una mezcla de reforma política y eclesiástica, para enfocarse más firmemente en la Palabra y en lo que llegarían a ser algunas de las doctrinas más cruciales para la Reforma. Él escribió El triunfo de la cruz en marzo de 1498. Fue llevado a la horca dos meses después, el 23 de mayo de 1498. Y para mostrar el repudio de la iglesia de Roma, luego de la horca, el cuerpo de Savonarola fue quemado.
Aunque la vida de Savonarola había terminado, no sucedió así con su legado. Él no solo avivó la llama en Florencia y en otras partes de Italia, sino que en el siglo siguiente Lutero, Calvino, Cranmer y otros reformadores materializarían algunas de estas ideas que estaban presentes en Savonarola, y la Reforma se extendería por estas tierras europeas.
Permítanme leer una sección de su libro El triunfo de la cruz. Aquí habla de la Palabra y del poder de la Palabra, diciendo:
Porque los predicadores que solo hablan de temas filosóficos y prestan gran atención a la oratoria apenas producen fruto entre sus oyentes cristianos. En cambio, nuestros antepasados, que en tiempos pasados se limitaban a la simple predicación de las sagradas Escrituras podían llenar a sus oyentes de amor divino, capacitándolos para regocijarse en la aflicción e incluso en el martirio.
Continúa diciendo:
Hablo por experiencia propia» (…) «Pero tan pronto me dedicaba a la exposición de la Biblia vi que todos los ojos estaban sobre mí. Y mi audiencia estaba tan atenta a mis palabras que podrían haber sido esculpidas en piedra. Descubrí asimismo que, cuando me limitaba a explicar la Sagrada Escritura, mis oyentes recibían mucha más luz, y mi predicación daba mucho más fruto en la conversión de los hombres a Cristo. Pues las sagradas Escrituras contienen esa doctrina maravillosa que, con más seguridad que una espada de doble filo, atraviesa el corazón de los hombres con el amor, la cual ha adornado el mundo con la virtud y ha derrocado la idolatría, la superstición y un gran número de errores.
Y así concluimos la historia de Jerónimo Savonarola. Soy Steve Nichols. Gracias por acompañarnos en 5 Minutos en la Historia de la Iglesia.