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Transcripción
Hoy vamos a ver uno de los temas más fascinantes y controversiales con respecto a los últimos tiempos y es el asunto de la identidad del anticristo. De hecho, una de las preguntas que sale a relucir cuando hablamos del anticristo, porque una de las interrogantes que encontramos sobre la idea del anticristo es: ¿Hay un anticristo o hay muchos anticristos? ¿Es el anticristo singular o plural?
Una segunda pregunta que encontramos es: ¿Es el anticristo una persona o una institución? Y una pregunta aún más importante es, el Nuevo Testamento habla del anticristo en las epístolas de Juan y en las cartas de Pablo habla del hombre de pecado o el hombre de iniquidad y en el libro de Apocalipsis Juan nos habla de la bestia, conocida por el número 666. Es decir, ¿estamos tratando con tres temas diferentes: el hombre de pecado, el anticristo y la bestia? ¿O están los tres conceptos interconectados e interrelacionados convergiendo en una identidad?
Estas son algunas de las preguntas que veremos, además de la pregunta del millón, y es: ¿quién es el anticristo o qué es el anticristo y cómo se espera que lo reconozcamos ya sea institución o persona? Como digo, hay fascinación en el mundo y, de hecho, a veces la preocupación por el concepto del anticristo es una característica común de interés en el mundo de lo oculto. Vimos el éxito cinematográfico El bebé de Rosemary, que estaba vinculado a este concepto del anticristo y la popular profetisa o vidente del siglo XX, Jeane Dixon, profetizó hace varios años que el anticristo ya había nacido y que en estos instantes está haciéndose hombre adulto y que pronto se dará a conocer públicamente.
Así que esas son algunas de los aspectos que encontramos cuando estamos viendo este asunto del anticristo. Lo primero que quiero que veamos es lo que el Nuevo Testamento dice específicamente sobre el anticristo, porque el único lugar donde realmente encontramos algo directamente sobre el anticristo, en esos términos, es en la primera epístola de Juan. Entonces, veamos 1 Juan, capítulo 2 empezando en el versículo 18. Juan escribe estas palabras: «Hijitos, es la última hora».
Observa la referencia al tiempo o momento que Juan está usando. «Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros». Obviamente en este contexto Juan está hablando de muchos anticristos que ya han venido, y describe a los anticristos (plural aquí), en términos de aquellos que han cometido el pecado de apostasía, aquellos que una vez profesaron fe en Cristo, pero luego abandonaron la comunidad cristiana y repudiaron su confesión.
Entonces, Juan vincula aquí el anticristo con la apostasía. En el capítulo 4, empezando en el versículo 1, Juan nos da más información donde dice: «Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo».
Habla de la venida del anticristo; habla de muchos anticristos y habla del espíritu del anticristo que viene pero que ya está en el mundo. Así que un aspecto está claro. En la descripción de Juan del anticristo, que en su idea del anticristo está hablando de algo que representaba un peligro claro y presente para la iglesia del primer siglo. Ahora, tomemos un par de minutos para ver el término «anticristo». Lo que es importante es el uso del término «anti» que proviene directamente del griego «anti» que tiene dos significados distintos en el idioma griego. Por lo general y eso es lo más frecuente, el término «anti» significa «contra». Pero a veces el prefijo «anti» en griego significa «en lugar de».
Ahora, si simplemente significa anti, entonces el anticristo se define en términos de su oposición a Cristo. Él es alguien que está en contra de Cristo. Si el término se usa en el sentido secundario de «anti», sería alguien que altera o busca reemplazar a Cristo como un sustituto falso. Él es un suplantador, un falso mesías. No tenemos que elegir necesariamente entre estos dos posibles significados o traducciones del término anti en griego, porque cualquiera que obviamente buscara suplantar el verdadero oficio de Cristo como un falso mesías, como un falso Cristo, por las mismas acciones estaría obrando en contra de Cristo. Entonces aquí se sugiere la idea de que el anticristo es uno que obra contra Cristo y trata de convertirse en un sustituto de Cristo, es decir, es un dios falso o un falso mesías.
Ahora, además de la enseñanza de Juan usando específicamente el lenguaje del anticristo, tenemos la enseñanza del apóstol Pablo en sus escritos a los cristianos tesalonicenses en 1 Tesalonicenses, perdón, 2 Tesalonicenses. Veamos entonces en el libro de 2 Tesalonicenses capítulo 2. Dice así el capítulo 2, versículos del 3 al 12.
Veamos este texto si me lo permiten. 2 Tesalonicenses 2:3-12, Pablo empieza diciendo: «Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición. Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. ¿No se acuerdan de que cuando yo estaba todavía con ustedes les decía esto? Ustedes saben lo que lo detiene por ahora, para ser revelado a su debido tiempo. Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, solo que aquel que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio. Entonces será revelado ese impío, a quien el Señor matará con el espíritu de Su boca, y destruirá con el resplandor de Su venida. La venida del impío será conforme a la actividad de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les enviará un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean juzgados todos los que no creyeron en la verdad sino que se complacieron en la iniquidad».
Una vez más, el contexto en el que Pablo habla de este misterio de iniquidad o el misterio de impiedad, el hombre de pecado, el hijo de perdición es en respuesta a los problemas que se estaban gestando en la comunidad tesalonicense de los que Pablo habla al principio de 2 Tesalonicenses cuando dice: «No quiero que se perturben por los informes que supuestamente han venido de mí». Alguien ha estado circulando en la iglesia falsos rumores que supuestamente han venido de Pablo y uno de esos falsos rumores era que el Cristo ya había venido. Pablo ahora está escribiendo para corregir ese malentendido y les recuerda lo que les había dicho antes cuando estaba en medio de ellos que ciertos eventos tenían que ocurrir antes de la venida de Jesús.
Obviamente esperaban una aparición muy rápida de Jesús y algunos habían sido convencidos o habían escuchado el rumor de que Él había regresado. Pablo dice que todavía no, porque antes de que eso suceda debe aparecer este hombre de pecado y cosas así. Ahora, veámoslo de nuevo. «Porque [ese día] no vendrá sin que primero venga la apostasía». Está hablando de apostasía. El término significa caer; se trata de, un repudio de la verdadera fe. Recuerda la diferencia entre el paganismo y la apostasía. Un pagano es aquel que es un incrédulo que nunca ha hecho una profesión de fe. Un apóstata es alguien que hace una profesión de fe y luego repudia esa profesión de fe. Es decir, un apóstata solo puede ser alguien que está dentro de la comunidad del pacto, dentro de la iglesia visible.
Benjamin Warfield está convencido de que en este texto Pablo no está hablando de una apostasía que ocurrirá al final de la historia, en la manifestación de la maldad y el declive moral dentro de la iglesia cristiana. Él está hablando de la apostasía de los judíos en el primer siglo, que era un problema importante que se relata en el Nuevo Testamento. Cristo vino a los suyos; los suyos no lo recibieron. Pablo tenía esta tremenda carga continua para sus propios compatriotas según la carne, Israel.
El autor de Hebreos advierte a esa generación de judíos sobre el grave peligro de descuidar la gran salvación que había llegado. La apostasía de los judíos o la apostasía de Israel, de Israel, está ligada a esa generación de judíos que rechazaron al Mesías que había aparecido en medio de ellos. Eso indicaría un gran alejamiento. Pero luego Pablo continúa diciendo: «Porque [ese día] no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición. Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto».
Una de las razones por las cuales los estudiosos bíblicos y comentaristas creen que Pablo aquí está describiendo lo mismo de lo que Juan está hablando en su carta con respecto al término anticristo, porque Pablo describe al hombre de pecado de dos maneras básicas, en primer lugar, se opone a Cristo. Él está en contra de Cristo. Él es el anticristo. En segundo lugar, se exalta a sí mismo por encima de todo lo que es Dios y reclama el derecho a ser adorado y demás. Entonces, en este caso el hombre de pecado o el hombre de iniquidad es uno que es anticristo en ambos sentidos de la palabra «anti» que deletreé hace unos momentos.
Bueno, ¿qué más dice Pablo sobre el anti o el hombre de iniquidad? Que «se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios». Aquí describe al hombre de iniquidad como si estuviera realmente sentado en el templo. Ahora, si esas palabras se tomaran literalmente, entonces tienes una de dos opciones. O esto ocurrió mientras el templo herodiano todavía estaba en pie, o se refiere a un evento futuro que requerirá la reconstrucción del templo. Es por eso que muchas personas hoy en día, particularmente entre los dispensacionalistas, creen que habrá… (porque debe haber no solo la restauración de los judíos a la tierra de Palestina), …que habrá una reconstrucción del templo y restitución del sistema de sacrificios para que la aparición final del anticristo ocurra cuando literalmente esté sentado en el templo.
Este asunto sobre la profanación de la religión de Israel y el templo de Dios también vincula la descripción de Pablo del hombre de pecado con el discurso del monte de los Olivos, cuando Jesús habló de la abominación desoladora, que estaba vinculada a alguien que cometería algún tipo serio de sacrilegio blasfemo del que Jesús también habló en términos de las señales que predijo en el discurso del monte de los Olivos. Ahora, Pablo continúa diciendo: «¿No se acuerdan de que cuando yo estaba todavía con ustedes les decía esto? Ustedes saben lo que lo detiene por ahora, para ser revelado a su debido tiempo. Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción».
Así como Juan habla de que el anticristo ya está en el mundo y ya está operando, también Pablo en su descripción del hombre de pecado, esta persona misteriosa, se encuentra en el presente, ya en acción. Pero dice que en la situación actual este hombre de pecado está siendo detenido por ahora. Uno de los grandes misterios del Nuevo Testamento no es solo la identidad del hombre de pecado o la identidad del anticristo, sino el asunto de la identidad de aquel que lo restringe o refrena. Ahora, uno de los más fascinantes y creo que francamente extraños argumentos, que los estudiosos dispensacionalistas usan para su postura del rapto previo a la tribulación: la opinión de que la iglesia será sacada de este mundo antes de la última tribulación.
Los argumentos que he leído son los siguientes: que el único que realmente puede obrar como el que detiene el mal en este mundo es el Espíritu Santo. Entonces, la primera suposición es que el que detiene al anticristo en el capítulo 2 del segundo libro a los Tesalonicenses, es el Espíritu Santo. La especulación que hacen es esta: Dado que el Espíritu Santo mora en los cristianos, la única manera en que el Espíritu Santo podría ser quitado, la única manera en que el poder restrictivo completo del Espíritu Santo podría ser removido del planeta sería que se tendría que sacar a cada cristiano del planeta. Así que ven esto como una especie de enseñanza disfrazada del rapto previo a la tribulación, que creo que es una especulación realmente injustificada. No sabemos quién lo detiene. Pueden ser solo las restricciones de Dios que detienen el mal.
Pero dado que habla en terminos específicos de un individuo, algunos han sugerido que una institución con el poder de restricción aquí, es una institución como el gobierno romano o algunos estudiosos han sugerido que el que estaba deteniendo activamente al hombre de pecado en este momento era Pablo mismo. De nuevo, eso es especulación, porque no sabemos qué es lo que está deteniéndolo o quién es el que está deteniendo al hombre de pecado. Todo lo que se nos dice es que, «aquel que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio. Entonces será revelado ese impío, a quien el Señor matará con el espíritu de Su boca, y destruirá con el resplandor de Su venida».
Continúa diciendo: «La venida del impío será conforme a la actividad de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les enviará un poder engañoso» etc. Bueno, aquí parece sugerir que el hombre de pecado estará dotado de poderes sobrenaturales, haciendo señales y prodigios mentirosos y actuará en concierto con Satanás. Ahora, estos elementos de la descripción del hombre de pecado que ya está en operación aquí, se corresponden de una manera notable con la descripción que obtenemos de la bestia de Apocalipsis cuya marca es la marca 666.
Entonces, lo que voy a hacer en nuestra próxima sesión es centrar la atención en la bestia del libro de Apocalipsis, pero antes de hacerlo, permíteme sugerirte que el estudio preliminar que hemos hecho indica fuertemente, creo y diría que el informe mayoritario de la erudición cristiana histórica es que la figura del anticristo, el hombre de pecado y la bestia en el libro de Apocalipsis se refieren a una y la misma cosa. De modo que, lo que sea que aprendamos del anticristo, nos enseñará algo sobre del hombre de pecado. Y de la misma forma, cualquier comprensión que podamos discernir sobre el significado del hombre de pecado, nos dirá algo sobre el anticristo y, otra vez, lo que aprendamos sobre el anticristo, el hombre de iniquidad, nos dará luz sobre nuestra comprensión de la misteriosa bestia que se nos presenta en la literatura apocalíptica del libro de Apocalipsis.
De nuevo, nos quedamos con la pregunta ¿persona o institución? ¿Es esto algo que sucedió en el primer siglo, una vez y por todas, o hubo alguna manifestación arquetípica de esta persona o institución en el primer siglo, para lo que podemos esperar una manifestación más completa más adelante en la historia? Estas son algunas de las preguntas que permanecen sobre la mesa al lidiar con el significado del anticristo.