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Nota del editor: Esta es la segunda parte de la serie de articulos de Tabletalk Magazine referente al tema de la controversia.
John Newton (1725-1807) es quizás mejor conocido por su himno “Sublime gracia”, pero lo que muchos no saben es que Newton también fue un fiel ministro que sirvió como pastor en Inglaterra desde 1764 hasta un mes antes de morir en 1807. Su madre murió cuando él tenía siete años y, al volver a casarse su padre, el joven John fue enviado a la escuela. En 1795, Newton reflexionó sobre su relación con su padre: “Estoy convencido de que él me amaba, pero parecía no querer que yo lo supiera. Me encontraba con él en un clima de miedo y esclavitud”.
A los once años, Newton se convirtió en marinero a bordo del barco de su padre. Luego, en 1743, bajo coacción, Newton se convirtió en guardiamarina de la Marina Real y, más tarde, fue canjeado por bienes y pasó a ser propiedad de la esposa de un comerciante de esclavos que abusó de él y lo trató como si fuera uno de sus esclavos, que solo comían las sobras de su mesa. Después de ser liberado, el propio Newton se convirtió en un reconocido traficante de esclavos africanos. Él mismo admitió ser un pecador miserable que vivía una vida desenfrenada, y se describió a sí mismo diciendo: “Yo era muy malvado y, por lo tanto, muy necio; y, siendo mi propio enemigo, parecía estar decidido a que nadie fuera mi amigo”. El 10 de marzo de 1748, Newton, de veintidós años, se convirtió a Cristo mientras hacía un viaje entre Inglaterra y Sierra Leona.
A causa de su valiente postura contra la esclavitud, y a causa de su profundo calvinismo, Newton se familiarizó con las formas correctas e incorrectas de involucrarse en una controversia.
Años después de su conversión, se unió a su amigo William Wilberforce y se convirtió en uno de los abolicionistas más enérgicos de Inglaterra. A causa de su valiente postura contra la esclavitud, y a causa de su profundo calvinismo, Newton se familiarizó con las formas correctas e incorrectas de involucrarse en una controversia. En 1771, se le pidió que escribiera un artículo para la revista británica Gospel Magazine con el fin de proporcionar consejo pastoral sobre la controversia existente entre calvinistas y arminianos. Desde su publicación bajo el título “On Controversy” [Sobre la controversia], el artículo de Newton se ha convertido en uno de los escritos más conocidos y queridos de la iglesia sobre las polémicas cristianas.
La carta de Newton establece maravillosamente una muy bien fundamentada ética cristiana para participar en la controversia. Desde el principio, explica por qué existe la controversia y por qué nosotros, como cristianos, debemos amar y luchar fervientemente por la verdad. Luego ofrece tres reglas de juego que haríamos bien en considerar antes de entrar en una controversia: considerar a nuestro oponente, considerar a nuestra audiencia y considerarnos a nosotros mismos.
En la conclusión de su escrito, Newton nos manda a poner nuestros ojos en el reino de Dios y la gloria de Dios como el fin último de cualquier controversia en la que debamos involucrarnos. Es con ese fin que hemos publicado esta serie de artículos de Tabletalk, para que cuando encontremos que sea necesario entrar en controversia, lo hagamos con humildad, caridad y gracia como miserables que han sido convertidos por la sublime gracia de Dios.