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Nota del editor: Este es el primer capítulo en la serie especial de artículos de Tabletalk Magazine: La historia de la Iglesia | Siglo XI
Según la tradición, tras la conquista normanda de Inglaterra en el 1066, Guillermo el Conquistador, Duque de Normandía, capturó el trono inglés. Como resultado, Edgar Atheling de Inglaterra no pudo asegurar su legítimo derecho a la corona inglesa y decidió regresar a Hungría, donde había vivido anteriormente con su padre exiliado. Acompañado por su hermana, Margarita, Edgar zarpó de Inglaterra hacia el continente. Sin embargo, una tormenta obligó al barco donde iba a dirigirse hacia el norte, hacia las rocosas costas de Escocia. El rey de Escocia, Malcolm III (m. 1093), recibió con hospitalidad a la familia inglesa y, con el tiempo, tomó a la hermana de Edgar, Margarita, por esposa. Mientras Edgar continuaba su lucha por el trono inglés, Margaret se dedicó a su esposo y al pueblo de Escocia.
La reina Margarita de Escocia (c. 1045-1093) apenas se menciona en los anales de la historia de la Iglesia. Sin embargo, fue usada por Dios poderosamente en la Escocia del siglo XI. Mientras la primera cruzada se desataba, el cisma destruía a la Iglesia en el Este y Anselmo ministraba en su tierra natal de Inglaterra, Margarita estaba de rodillas orando fervientemente por su esposo, el rey de Escocia. La leyenda dice que, como nueva reina, Margarita se escabullía silenciosamente por las noches a una cueva cercana a orar para que su esposo se convirtiera a Cristo. Al principio, fue sospechosa de traición por conspiración contra el reino de su esposo; sin embargo, fue reivindicada con el tiempo cuando el rey Malcolm se convirtió y fue transformado, lo que, a su vez, trajo consigo la transformación de su corte real y, en última instancia, de la nación escocesa.
Margarita fue una mujer piadosa a quien Dios puso como ejemplo de carácter cristiano, santidad y adoración. Las damas de su corte y muchas damas de Escocia la estimaban mucho e imitaban su ejemplo de humildad, oración y servicio. Margarita fue una mujer de la Palabra que se sumergía en los relatos de Jesucristo en los Evangelios. (Por cierto, su libro de los Evangelios sigue siendo uno de los grandes tesoros de Inglaterra hasta el día de hoy, puesto que se exhibe en la Biblioteca Bodleiana de Oxford). En adición a sus ocho hijos, ella adoptó y crió a nueve huérfanos. Tenía una pasión por la Iglesia, ya que personalmente patrocinó la construcción y los ministerios de innumerables nuevas iglesias y la revitalización de iglesias que estaban en ruinas. Por su ejemplo consistente de adoración y descanso en el día del Señor, el rey y la corte finalmente hicieron lo mismo, y el domingo una vez más se convirtió en un día de adoración, descanso y servicio. Margarita fue una reformadora antes de la Reforma y un ejemplo para todos nosotros, ya que vivió con justicia, amaba la bondad y caminaba humildemente delante de Dios.