
Obispos/ancianos
27 junio, 2022
Las señales del falso maestro
28 junio, 2022La autoridad femenina

Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada. 1 Timoteo 2:11-12
Aunque es difícil saber todo lo que enseñaban los falsos maestros en Éfeso, la mayoría de los comentaristas creen que muchas mujeres seguían a estos «instructores» (2 Ti 3:6). Entre estas mujeres habían viudas jóvenes que abrazaban el ascetismo de los herejes, el cual incluía prácticas como abstenerse de algunas comidas y rehusar volver a casarse (1 Ti 4:1-5 – 5:11-15). Las palabras de Pablo sobre la joyería (2:9-10) también indican la presencia de mujeres ricas, quienes probablemente dejaban que la iglesia se reuniera en sus hogares, la cual era la manera común en la que los cristianos primitivos se congregaban para la comunión y la enseñanza. Estas mujeres ricas probablemente permitían que los falsos maestros se infiltraran durante el culto y, a su vez, es probable que dichos maestros permitieran que las mujeres enseñaran a los hombres.
No podemos ignorar este contexto al considerar 1 Timoteo 2:11-12, pero tampoco debemos asumir que el contexto cultural del pasaje hace que esta enseñanza sea inválida hoy en día. Muchas personas dicen que Pablo les prohibió a las mujeres ejercer autoridad sobre los hombres en la iglesia solo por un tiempo, pero que ahora ellas pueden servir como ancianas. Para responder a dicha postura debemos considerar qué más dice la Biblia sobre este tema. En 1 Corintios 14:33-35, Pablo también se dirige a las mujeres y les pide que guarden silencio, pero esta vez en el contexto de la adoración pública. Esta aplicación de un principio similar en contextos diferentes (Éfeso y Corinto) nos apunta a su universalidad. La universalidad de 1 Timoteo 2:11-12 también se arraiga en principios inherentes en la creación, los cuales veremos más a fondo en otra ocasión. Sin embargo, ninguno de estos principios apoya la superioridad masculina, ya que la Biblia no reconoce tal cosa.

Lo que Pablo dice en el pasaje de hoy es que las mujeres no pueden predicar y enseñar en el culto, pero esto no quiere decir que siempre deban permanecer calladas. Pablo asume que las mujeres profetizarán en Corinto (1 Co 11:4-5), y a lo largo de la Escritura podemos ver que las mujeres también estaban involucradas en actividades congregacionales donde debían hablar y expresarse (como el canto; ver Éx 15:20-21; Col 3:16). Entonces, en 1 Timoteo 2:11-12 se les pide a las mujeres que presten atención y que no interrumpan, a la vez que se les prohíbe ser instituidas ancianas. El Dr. R.C. Sproul escribe: «Pablo está diciendo que las mujeres pueden estar involucradas en toda clase de… ministerio en la iglesia, pero… el rol de autoridad jurídica o gubernamental no puede ser ejercido por una mujer» (Now That’s a Good Question [Qué buena pregunta], p. 346).
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
El Dr. John MacArthur dice: «Pablo prohíbe que las mujeres ocupen el oficio y el rol del pastor o maestro, pero no les prohíbe enseñar en otras condiciones y circunstancias apropiadas» (The MacArthur Bible Commentary [Comentario Bíblico de MacArthur], p. 1 783). Todos hemos sido bendecidos por madres, misioneras, maestras de escuela dominical y otras mujeres que nos han enseñado la Palabra sin ser ancianas. Demos gracias a Dios por las muchas mujeres piadosas en nuestras vidas.
Para estudiar más a fondo
Números 11:1-30 |
Marcos 3:13-19 |
Hechos 1:12-26 |
1 Timoteo 3:1-7 |