Analizar oraciones no respondidas
3 marzo, 2022Obispos/ancianos
27 junio, 2022Las prioridades del pastor
Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza. 1 Timoteo 4:13
En nuestros días, los cristianos esperan que sus pastores cumplan diversos roles. Muchos piensan que el pastor debe ser un animador. Otros esperan que su pastor sea un pragmatista extraordinario que solo da mensajes «relevantes». Algunos quieren a un coach personal que los ayude a alcanzar su mejor vida ahora, mientras que otros buscan a un magnate corporativo que pueda aumentar la membresía y mejorar las instalaciones de la iglesia. Incluso hay quienes quieren que su pastor ignore cualquier enseñanza bíblica que la cultura considere ofensiva, para poder apoyar la causa que esté de moda.
Sin embargo, la Palabra de Dios le da a los pastores un llamado diferente, como vemos en 1 Timoteo 4:13. Pablo, el «pastor principal» de la Iglesia en Éfeso, nombró a Timoteo representante para que lo sustituya durante su ausencia y lleve a cabo la obra de la cual él es responsable. Lo que Pablo le pide a Timoteo que haga durante su ausencia nos sirve como una buena descripción del llamado del pastor (de hecho, nos sirve como descripción del llamado de todos los ancianos), el cual es la lectura pública de la Escritura, la exhortación y la enseñanza.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la salud espiritual del cristiano (2 Ti 4:14-17), por lo que el pastor debe asegurarse de que su grey aprenda a escuchar la Palabra correctamente y la aplique de manera práctica. Esto incluye la lectura pública de la Escritura, tanto en la adoración como en la exhortación (1 Ti 4:12), que es el proceso de explicar el sentido del texto y trazar aplicaciones prácticas para las personas. Generalmente, esto se hace a través de la predicación de sermones expositivos, la cual es una práctica con precedente bíblico (Neh 8:8). Por último, los pastores deben enseñar cómo las diferentes porciones de la Escritura se conectan y forman una doctrina unificada (1 Ti 4:13).
Nos dirigiremos al desastre si llegamos a pensar que la enseñanza bíblica es insuficiente para nuestra santificación. Nunca nos cansemos de alimentarnos con la Palabra de Dios, y tampoco dejemos que nuestros pastores piensen que son capaces de escarbar completamente las profundidades de las Escrituras. Juan Crisóstomo dice: «No es posible… agotar la mente de las Escrituras. Es un pozo sin fondo» (Juan Crisóstomo, «Homilías en el libro de los Hechos» [Hechos 8:26]).
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
En la actualidad, la enseñanza no es una prioridad en muchas iglesias y, sin saberlo, nuestras expectativas pueden ser parte del problema. Cuando escogemos iglesias simplemente basados en las actividades del grupo de jóvenes o en el estilo de música, implícitamente estamos diciendo que la calidad de la enseñanza y la fidelidad del pastor a la predicación bíblica no son tan importantes. Sin importar cuáles sean nuestras expectativas, por encima de todo esperemos que el predicador nos alimente con la Palabra de Dios.
Para estudiar más a fondo
Esdras 7:10 |
Isaías 55:10-11 |
Hechos 6:1-7 |
Romanos 16:25-27 |