Dos discípulos de Juan: Policarpo
28 noviembre, 2024Las catacumbas
12 diciembre, 2024Lyon
Para muchos cristianos, vivir bajo el Imperio romano estuvo marcado por una intensa persecución. En este episodio de 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, Stephen Nichols recuerda las vidas de 48 hombres y mujeres que fueron martirizados por su fe en Cristo.
Transcripción
Bienvenidos a 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, un podcast de los Ministerios Ligonier con Steve Nichols. En este episodio retrocederemos en el tiempo para ir a una antigua ciudad cuyo nombre significa “León” pero como está en Francia, ellos la llaman Lyon.
En Lyon había una iglesia que desde sus inicios a principios del siglo II se enfrentó a mucha persecución. En aquel momento no se llamaba Lyon, puesto que, al igual que Roma y Francia, Lyon era parte de la Galia romana y estaba bajo el control del Imperio romano.
Para ese entonces, aunque las autoridades habían reducido su agresión, la persecución persistía, lo cual era un reflejo de la actitud de los funcionarios locales hacia el cristianismo. Y en el caso de Lyon sus autoridades se ensañaron contra ellos desde el principio atacando su iglesia local.
Eusebio, historiador de la Iglesia primitiva, nos ha dejado un buen registro sobre esto. En su obra titulada Historia de la Iglesia, nos habla de los desafíos y las persecuciones que sufrió la iglesia en Lyon. Él dice: «Primero, soportaron noblemente los daños que le infligió el populacho: insultos, golpes, opresión, robos, apedreamientos, encarcelamientos, y todo lo que un populacho enfurecido se deleita en infligir sobre sus enemigos y adversarios». Noten como dice que fueron golpeados y robados. Cuando los cristianos salían de sus hogares, probablemente para adorar, sus vecinos entraban a sus casas y las saqueaban.
Este es el tipo de situaciones que los cristianos soportaron desde el principio en Lyon. Pero alrededor del año 177, los funcionarios decidieron intensificar la persecución, apresando a todos los cristianos. Los arrestaron y los llevaron al coliseo público para confrontarlos y preguntarles si eran cristianos. Como dice Eusebio: «En presencia de toda la multitud», estos cristianos «confesaron». Ahora bien, no fue que confesaron ningún crimen contra el Imperio romano. Tampoco confesaron ningún delito contra sus vecinos. Simplemente confesaron que eran cristianos, que eran seguidores de Cristo. Y por eso fueron encarcelados y finalmente martirizados. Eusebio relata que 48 creyentes de Lyon fueron martirizados en esa ocasión.
Pero para ese tiempo había un joven llamado Ireneo, que se había convertido a Cristo en esta ciudad de Lyon, y ahora formaba parte del consejo de ancianos de esta iglesia local. Más adelante, Ireneo vino a ser una figura importantísima en la Iglesia primitiva. Pues este Ireneo fue enviado con una súplica de auxilio dirigida al obispo de Roma, para que el obispo presentara una carta solicitando la intercesión al emperador, quien a la sazón era el filósofo romano Marco Aurelio. Era una carta pidiendo misericordia para los cristianos perseguidos en Lyon.
No sabemos si la carta de Ireneo llegó a manos del emperador Marco Aurelio, pero lo que sí sabemos es que cuando Ireneo regresó a Lyon, estos 48 miembros de la comunidad que adoraban junto a él fueron martirizados. De hecho, Eusebio nos cuenta lo que sucedió. «El pueblo se enfureció como bestias salvajes contra nosotros. Por lo que, si antes habían sido moderados a causa de la amistad, ahora estaban sumamente furiosos y rechinaban los dientes contra nosotros. Y se cumplió lo dicho por nuestro Señor [esto está en Juan 16:2] “Pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios”»
Eusebio registra que hasta los vecinos que eran amigos y conocidos por años, se volvieron contra ellos. Y hay una historia particular de una mártir en Lyon llamada Blandina. Deberías buscarla y leer la historia de Blandina. El historiador se refiere a ella como una «noble atleta» como lo ilustra Pablo en 1Co.9… Que como cristianos emulamos al atleta que resiste la carrera, y soporta con perseverancia. Pues, Blandina se levantó ante la multitud y dijo: «Soy cristiana». Y luego de eso fue martirizada.
Así que debemos recordar a estos cristianos de Lyon en el año 177, su martirio y el testimonio de su fe en Cristo.
Soy Steve Nichols. Gracias por acompañarnos en 5 Minutos en la Historia de la Iglesia. Para escuchar otros episodios, visítanos en 5MinutosenlaHistoriadelaIglesia.com.