
¿Cómo puedo orar por mis hijos?
22 enero, 2020
¿Escucha Dios las oraciones de los impíos?
30 enero, 2020¿Cómo debo orar por mi iglesia?

Nota del editor: Este es el capítulo 22 de 25 en la serie de artículos de Tabletalk Magazine: Preguntas claves sobre la oración.

Para saber cómo debemos orar por nuestras iglesias, primero necesitamos considerar cómo el Señor Jesucristo ora por Su Iglesia desde los cielos. J. C. Ryle estaba en lo correcto cuando dijo: «Lo que Dios pide por Su pueblo es lo mismo que Su pueblo debe pedir para sí mismo». Esto hace que la oración de Jesús en Juan 17 sea un patrón útil para orar por nuestras iglesias.
Es importante resaltar la naturaleza espiritual de la oración de Jesús. Esto puede parecer obvio, ya que toda oración es “espiritual”, pero me refiero al propósito (telos) de nuestras oraciones. Muchas cadenas de oración por correo electrónico están llenas de peticiones de salud y financieras. Ciertamente no debemos ignorar la importancia de las necesidades temporales (Fil 4:6), pero debemos orar por ellas en la medida en que sean para fines espirituales. Tal vez el resaltar unas cuantas categorías en Juan 17 respalde esta afirmación.
No todos podemos predicar; no todos podemos dirigir; no todos podemos dar oro y plata, pero todos podemos contribuir con nuestras oraciones.
Perseverancia: Ora para que nadie en la iglesia visible se desvíe, para que los que forman parte de la familia de tu iglesia sean contados entre aquellos de los cuales Cristo dijo que no perdería ni siquiera uno (vv. 11, 23; ver 10:28).
Gozo: Ora por un gozo pleno, constante, comunicable y centrado en Dios (Jn 17:13; ver Sal 16:11; 21:6).
Protección: Ora por protección contra el mundo, la carne y el diablo, aquel que busca descarriar a las ovejas (Jn 17:15).
Santificación: Ora para que tu iglesia viva en santidad y sea conformada a la imagen de Cristo por la obra del Espíritu Santo (v. 17).
Testimonio: Ora para que tu iglesia testifique de la gloria de Dios revelada en el evangelio de Jesucristo (v.18).
La unidad: Ora por una fraternidad inquebrantable basada en la verdad y por una unidad tangible entre los miembros de tu iglesia (vv. 11, 21-23).
Podemos usar estas categorías para orar tanto por individuos como por grupos de personas. También podemos usarlas para orar por la Iglesia universal o por la iglesia local.
La unidad es la categoría más prominente en la oración de Jesús. Desafortunadamente, es probable que sea por la que menos oramos. Jesús ora para que la unidad de Su Iglesia refleje la unidad de la Divinidad (v. 11). De la misma manera en que nuestra vida debe reflejar nuestra unión mística con Cristo, así también debe reflejar la unión que existe entre nosotros. Como ovejas de Cristo, muchas veces actuamos como si perteneciéramos a pastores y a rebaños diferentes. Pero la unidad del cuerpo bajo la guianza de su Cabeza es la que testifica al mundo la veracidad del evangelio (v. 21).
Charles Spurgeon exhortó a su iglesia: «No todos podemos predicar; no todos podemos dirigir; no todos podemos dar oro y plata, pero todos podemos contribuir con nuestras oraciones». Orar por nuestras iglesias alinea nuestros afectos con los afectos de Dios, quien «ama las puertas de Sión» (Sal 87:2). Richard Sibbes señaló que «las oraciones por la Iglesia [de Cristo] son aceptadas porque son para el beneficio de Su amada». Más aún, orar por la perseverancia, el gozo, la protección, la santificación, el testimonio y la unidad de nuestras iglesias asegura que nuestras oraciones están alineadas con la oración de Jesús, y ellas son un medio crucial por el cual Dios cumple Su promesa de «[hacer] bien con [Su] benevolencia a Sión» (Sal 51:18).