Poner tu fe en acción
18 octubre, 2023Andar sabiamente
18 octubre, 2023Empecemos por el principio
La palabra filosofía se deriva de una combinación de dos palabras griegas: fileo («amar») y sofía («sabiduría»). Filosofía significa literalmente «amor por la sabiduría». Los antiguos griegos, a quienes se suele atribuir el desarrollo de la ciencia de la filosofía, también se preocuparon por la metafísica abstracta y la epistemología. Sin embargo, la cuestión de la ética fue de suma importancia para Sócrates, Platón y Aristóteles. Sócrates buscó reducir la virtud o la ética al «conocimiento correcto». Platón buscó el estándar supremo del bien.
Los pensadores judíos del Antiguo Testamento hicieron poco en el área de la especulación metafísica. Las Escrituras comienzan con la afirmación de Dios, conocida no a través de la especulación intelectual sino mediante Su propia autorevelación.
La preocupación general de la filosofía judía era en efecto el amor a la sabiduría. No obstante, la sabiduría en cuestión no era especulativa sino práctica. La sabiduría hebrea se preocupaba por la vida, por vivir una vida agradable a Dios. El pensador judío se preguntaba: «¿Qué implica la obediencia? ¿Cómo glorifico a Dios con mi conducta?». Debido a este enfoque, el Antiguo Testamento declaró que «el principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR» (Pr 9:10).
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Reflexiona en estas preguntas: ¿Qué implica la obediencia? ¿Cómo glorifico a Dios con mi conducta?
Para estudiar más a fondo
Salmos 51:6
Salmos 90:12
Proverbios 8:12