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13 junio, 20241740
27 junio, 20241517
El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero fijó sus noventa y cinco tesis en la puerta de la Iglesia del Castillo. En este episodio de 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, Stephen Nichols nos lleva a esta fecha memorable en la historia de la Reforma protestante.
Transcripción
Bienvenidos a 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, un podcast de los Ministerios Ligonier con Steve Nichols.
En estos episodios he querido compartirles mis cinco momentos favoritos de la historia de la iglesia. Mencioné en primer lugar el año 325 en el Concilio de Nicea. Mencioné en segundo lugar el 1245 con Tomás de Aquino, y ahora llegamos al tercero de los cinco momentos más destacados de la historia de la iglesia. Es el año 1517. Todos los que nos llamamos protestantes podemos remontar nuestros orígenes a esta fecha.
Era el 31 de octubre de 1517 para ser exactos. Para examinar esta fecha, necesitamos viajar a Alemania, y considerar a un monje agustino.
Este monje ya había recibido una amplia formación. Su intención inicial era ser abogado, y se abrió camino en los círculos académicos. Recibió títulos en derecho. Entonces abandonó el derecho como carrera y entró en el monasterio. Regresó a la universidad otra vez, donde obtuvo títulos en teología y estudios bíblicos. Y en medio de todos estos estudios Dios no dejaba de traer a la mente de nuestro monje algunas ideas: ideas que la iglesia había ocultado; ideas que no se predicaban desde los púlpitos; ideas que, por desgracia, habían caído en el olvido. Estas ideas eran sencillamente lo que hoy consideramos «las solas» de la Reforma que luego veremos.
Nuestro monje, Martín Lutero, aún no había llegado a ese punto en 1517. Pero él se dio cuenta de que algo estaba drásticamente mal en la iglesia. Así que empezó a escribir unas tesis para una disputa. Una tesis es simplemente una declaración que se somete a discusión. Él buscaba un debate. Él quería un debate bueno y sólido con las mejores mentes de la iglesia, para que cuando la iglesia pensara en su tarea y misión, pudiera ser fiel bíblicamente.
Así que, Lutero formuló noventa y cinco tesis para el debate, y el 31 de octubre de 1517 fueron publicadas en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Él no tenía idea de lo que iba a ocurrir.
Una copia de estas noventa y cinco tesis llegó hasta el Papa León X. Cuando León las recibió, dijo: «Todo esto son divagaciones de un alemán borracho. Él pensará de otro modo cuando esté sobrio». El papa subestimó en gran manera a este monje y subestimó el poder de las ideas contenidas en las noventa y cinco tesis.
Lo que surgió de las tesis no fue simplemente un debate, sino que el resultado de las tesis fue la Reforma.
Hay muchos eventos que podríamos considerar para esta serie de los cinco momentos más destacados en la historia de la iglesia. Estoy seguro que podríamos seleccionar todos nuestros cinco momentos favoritos del siglo XVI solamente. Pero este momento, el 31 de octubre de 1517, es lo que puso todo en marcha. Este fue el momento en que todo comenzó.
Lo que necesitamos recordar de Lutero es que su historia no terminó con la publicación de las noventa y cinco tesis. Unos años más tarde, en 1521, él seguía debatiendo en la Iglesia católica romana. Él seguía presentando lo que con el tiempo serían las ideas que constituyen el valioso fundamento de la Reforma. Estas son «las solas» que tanto apreciamos hoy: sola Scriptura, sola fide, sola gratia, solus Christus y soli Deo gloria.
Pero Lutero no solo vivió hasta la década de 1520, sino que vivió durante la década de 1530, y hasta la década de 1540. Lutero envejeció. Y muchos de sus primeros años le pasaron factura. Sufrió mucho en su vejez. Vemos que este teólogo no era simplemente un monje audaz y valiente. No fue simplemente la chispa inicial de esta Iglesia protestante de la que formamos parte. De hecho, también lo vemos como un hombre anciano que descansaba en el evangelio. Sus últimas y excelentes palabras fueron simplemente: «Somos mendigos, esto es verdad». Pero somos mendigos que encontramos alimento y, por la gracia de Dios, Lutero nos mostró el camino apuntando a la cruz de Cristo.
Soy Steve Nichols. Gracias por acompañarnos en 5 Minutos en la Historia de la Iglesia.