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¿Quiénes son los valones? En este episodio de 5 Minutos en la Historia de la Iglesia, Stephen Nichols habla de un grupo de personas habitantes de Valonia, la región francófona del sur de Bélgica, y de la confesión de fe que redactaron en el siglo XVI.
Transcripción
Bienvenidos a 5 Minutos en la Historia de la Iglesia con Steve Nichols. Durante la Copa Mundial de fútbol observamos que se podrían utilizar unos 7 balones durante el juego. Pero la historia que quiero contarles hoy no se trata de «balones» con la letra b, sino de «valones» con la letra v.
Los valones a los que me refiero son habitantes de Valonia, en la mitad meridional de Bélgica. Valonia es una región de habla francesa. Tiene su propia bandera, su propio himno e incluso su propia confesión de la Reforma. Esa confesión, la Confesión de los Valones, fue firmada por cuarenta y ocho hombres, dieciocho mujeres y un niño. Es decir, sesenta y siete valones. Entonces, quiero hablarles de la historia de los sesenta y siete valones.
En la época de la Reforma, Valonia formaba parte del noreste de Francia. Al igual que el resto de Francia, era un lugar donde la Reforma tenía dificultades para hacer sentir su presencia.
En 1522, en la ciudad de Wesel, Valonia, un monje agustino llamado Matthew Von Gingrich comenzó a introducir las ideas luteranas. Hacia la década de 1540 la ciudad estaba cautivada por las ideas luteranas y de la Reforma, y tenía cierta reputación de que sus habitantes acogían a los de la Reforma.
Al mismo tiempo, había otro grupo de valones más al sur que estaban menos influenciados por Lutero y la Reforma alemana, y más por Calvino y la Iglesia Reformada suiza. Fueron perseguidos por las autoridades católicas romanas locales, solicitaron refugio al ayuntamiento de Wesel. De oficio, eran tejedores y fabricantes de tejidos. El ayuntamiento de Wesel, al concederles refugio, les facilitó un edificio, al que acudieron y se pusieron a trabajar. Estos valones no solo estaban interesados en las telas y el tejido, sino también en la teología. Así que redactaron una confesión de fe y el 4 de febrero de 1545 la presentaron al consejo de la ciudad. No es una confesión de fe muy larga. Veamos algunos extractos.
El prefacio dice simplemente: «La confesión de los valones, que han llegado a la ciudad de Wesel a causa del evangelio, y para tener un predicador en su propia lengua, y también para iniciar una relación bilateral en el comercio textil y en el comercio de tapices de telar de alta y baja urdimbre».
A continuación, el documento pasa a expresar la confesión de fe. Dicen primero: «Creemos lo que está contenido en el credo de los Apóstoles y del concilio de Nicea». Afirman la verdadera humanidad y la verdadera deidad de Jesucristo. Afirman la Trinidad. Continúan hablando de la Cena del Señor, diciendo que no debe tomarse solo una parte, según la práctica católica romana de negar la copa a los laicos, sino que deben tomarse ambas, el pan y el vino.
También tenían otros párrafos fascinantes en su confesión de fe. Dicen: «También en cuanto a los magistrados y el poder de la espada, consideramos y sostenemos que es necesario honrar y obedecer a los magistrados, no solo a los buenos y humildes sino también a los groseros y malvados, siempre y cuando no ordenen nada que vaya en contra de Cristo». Estas personas estaban siendo perseguidas, por lo que es significativo que ellos dijeran: «honra a los gobernantes» Continúan diciendo: «Por eso rechazamos y tenemos en execración a todas las sectas que están en contra de la Palabra de Dios, como los anabaptistas, los sacramentarios [es decir, católicos romanos] y los libertinos, y otros como ellos que se separan de la verdadera iglesia de Cristo en la que se enseña estrictamente Su Palabra y se administran los sacramentos según Sus mandamientos».
Y añaden para terminar: «Para concluir creemos que por la fe sola somos salvos, por la misericordia de Dios, por amor de Su Hijo Jesucristo nuestro Señor sin méritos propios». Y luego los sesenta y siete valones confesantes firman su confesión.
Soy Steve Nichols. Gracias por escuchar 5 Minutos en la Historia de la Iglesia.