
Representaciones bíblicas de la Iglesia
19 marzo, 2022
La Iglesia: católica y apostólica
19 marzo, 2022La Iglesia: una y santa

Segunda parte de la serie de enseñanza del Dr. R.C. Sproul «Fundamentos IV: La Iglesia, los sacramentos y el fin de los tiempos».
Las cualidades de la Iglesia se reflejan en la imagen del Nuevo Testamento de la Iglesia como un cuerpo y un edificio con un fundamento seguro. En esta lección, el Dr. Sproul explica la unidad y la diversidad dentro de la Iglesia verdadera.
Transcripción
Continuando ahora con nuestro estudio sobre la iglesia voy a hacer algo radical el día de hoy; pero tengo que confesar que he sido forzado a eso; y eso es que… – voy a quitarme este saco por la única razón de que no importa lo que haga, siempre que esté usando la pizarra y la tiza, termino cubriéndome con polvo de tiza, y el público del estudio no se cansa de disfrutar llamando la atención sobre eso. Así que, mis sentimientos han sido tan destrozados, mi ego tan fragmentado, que voy a quitarme esto y pretender que estoy solo en la sala de mi casa, de tal modo que no tendré tiza por todo mi saco.
Ahora, «Es un día maravilloso aquí en casa, ¿por qué no me acompañas?» Bien. Estamos estudiando la naturaleza de la iglesia y en nuestra última sesión vimos la iglesia invisible y la visible; Vimos el significado de la palabra ‘iglesia’ y el significado de la palabra ‘ekklesia’ y ahora queremos ver algunas de las cualidades de la iglesia que encontramos allí. Ahora, antes de hacer eso, sólo un par de representaciones de la iglesia. Todos somos conscientes de que el Nuevo Testamento utiliza diferentes metáforas para describir la iglesia. Una de las metáforas que vemos con más frecuencia es esa metáfora del cuerpo humano, que veremos brevemente cuando veamos el concepto del Espíritu Santo y cómo esa imagen del cuerpo, que es utilizada por el apóstol Pablo, habla de la unidad y diversidad que se encuentra dentro de la iglesia visible de Cristo.
No todos tienen la misma tarea, no todos tienen el mismo don, y sin embargo todas estas tareas y todos estos dones son dados para proporcionar una salud orgánica a todo el cuerpo, que está bajo su cabeza, quien es el Señor Jesucristo. Y esa imagen corporal es una que es instructiva para nosotros de muchas maneras. Muestra que la iglesia es una iglesia de unidad y diversidad, lo cual veremos un poco más en un momento. Además, otra imagen que se utiliza para la iglesia en el Nuevo Testamento es que la iglesia se llama el ‘laos theos’ o el ‘laos theo’. ‘Laos’ es el nombre de un país en el sudeste asiático, pero aquí estoy usando el significado griego, que significa «el pueblo de Dios».
Obtenemos la palabra ‘laico’ de esta palabra griega ‘laos’ y el pueblo de Dios son simplemente las personas que se han reunido en un grupo que llamamos la iglesia visible. Obviamente el cristianismo no apoya un individualismo radical. Nadie es salvo por la fe de otra persona. En ese sentido, su redención es altamente individual. Debes tener tu propia fe personal. Pero cada vez que Dios salva a un individuo, Él lo pone en un grupo. Establece una corporación. Así como había una corporación de Israel en el Antiguo Testamento, hay un corpus o un cuerpo que encontramos en el Nuevo Testamento. Así que este cuerpo es un cuerpo de personas. Ahora, la otra imagen que quiero mencionar, brevemente, es una de las imágenes más frecuentes que se usa con respecto a la iglesia en el Nuevo Testamento, que a menudo pasamos por alto. Y esa es la imagen del edificio.
Ahora, ustedes pueden levantar las cejas ante eso porque siempre escuchan al ministro decir, «La iglesia no es un edificio. No es este ladrillo y cemento que usamos para nuestros servicios y nuestras reuniones y así por el estilo». Si alguien dice: «Esa es la iglesia y apunta a un edificio».
Tú respondes, «No, no, no, la iglesia es la gente en comunión y en la comunidad, no el edificio». Y eso es cierto. Sin embargo, cuando Jesús y los apóstoles hablan de la naturaleza de la iglesia en el Nuevo Testamento, ellos usan la metáfora de un edificio. Que la iglesia no es un edificio, pero la iglesia es como un edificio. Porque un edificio fuerte tiene un fundamento y luego tiene columnas y tiene piedras y tiene paredes y cosas así.
Ahora, lo primero que entendemos en la Biblia acerca de la iglesia es su fundamento. Y si les dijera: «¿Cuál es la metáfora principal del fundamento de la iglesia? ¿Quién es el fundamento?» La gran mayoría de los cristianos responderían: ‘Cristo’. Y yo diría que no, eso no está bien. La Biblia, ya saben, rara vez se refiere a Cristo en términos de ser el fundamento de la iglesia, más bien dice que no hay fundamento que pueda ser puesto excepto el que ya está puesto en Cristo. Pero la metáfora principal de Cristo con respecto al edificio es que Él es la piedra angular. Él es la piedra angular. El fundamento se establece en Él. Pero la metáfora principal del fundamento en la Biblia es que el fundamento de la iglesia son los apóstoles y los profetas. Ese es el fundamento de la iglesia con Cristo siendo la piedra angular principal. Y luego el resto de la iglesia se compone de piedras individuales. ¿Y quiénes son las piedras? Nosotros. Toda persona que es creyente en Cristo y es parte de la iglesia visible es una de las piedras del edificio de la iglesia de Dios. Esa es la analogía que usamos allí.
Ahora, como dije antes, hay mucho desencanto con la iglesia institucional en nuestros días. Y la gente en muchos sentidos siente que la iglesia es anticuada, que realmente no tiene ninguna contribución significativa que hacer. Algunos han declarado que las iglesias son sólo mausoleos de religión obsoleta, ya que vivimos en la era postcristiana. Otros han dicho que la iglesia está tan llena de corrupción e hipocresía, que ha perdido su respeto entre el pueblo. Entonces, de nuevo, hacemos la pregunta desde nuestra perspectiva a fines del siglo XX: ¿cuáles son las principales características o cualidades de la iglesia de Cristo? Podemos remontarnos en la historia, al siglo IV, donde la iglesia se definió con cuatro atributos o cualidades distintas. Donde la iglesia de Jesucristo fue llamada «una, santa, católica y apostólica”.
Me gustaría tomar un tiempo para explorar estas características que se establecieron en la iglesia desde los primeros tiempos de la historia cristiana. Porque es raro, particularmente en el protestantismo y aún más particularmente en el protestantismo evangélico en nuestros días, usar estos términos para describir la iglesia de Jesucristo. ¿Qué queremos decir cuando decimos que la iglesia es «una, santa, católica y apostólica»? Bueno, empecemos con el primero. ¿Qué se entiende cuando decimos que la iglesia es ‘una’? Ahora, vivimos en este lado del llamado movimiento ecuménico donde ha habido esfuerzos apasionados para crear una institución cristiana visible en todo el mundo.
Ahora, hay varias motivaciones para eso, pero dos de las motivaciones más frecuentes para la unidad ecuménica que se ha explorado en nuestros días incluirían cosas como esta, que:
1) el gran escándalo de la historia de la iglesia es la fragmentación y desintegración de la iglesia unificada y visible. Esa gente mira a su alrededor y dice: «¿La verdadera iglesia, por favor, de un paso adelante?» porque todo el mundo dice estar interpretando la Biblia correctamente y, sin embargo, en los Estados Unidos hay más de dos mil denominaciones protestantes distintas. Y esto es confuso para la gente. Cuánto más eficaz sería la iglesia si pudieran comunicar al mundo un Señor, una fe, un bautismo de una manera unificada donde todos estuvieran en la misma página. Donde no habría esfuerzos duplicados, desperdiciando dinero y todos estos conflictos internos que tenemos entre denominaciones y grupos eclesiásticos. Entonces, ya saben, hay muchos que quieren superar este escándalo de la diversidad de la iglesia a través de la unificación de la iglesia.
2) Otra motivación fuerte cada vez que nos involucramos en una discusión sobre la unidad de la iglesia, alguien inmediatamente pondrá en primer plano todo el asunto de la oración sumo sacerdotal de Jesucristo. Donde, en el aposento alto, en Hechos – perdón, en Juan capítulo 17, cuando Cristo hizo su oración de intercesión por sus discípulos y por su iglesia, Él oró para que pudieran ser uno, así como Él y el Padre eran uno. Entonces, el que no seamos uno es aún más escandaloso porque va en contra del deseo evidente y la preocupación de la cabeza de la iglesia, Jesucristo. Y, sin embargo, en los primeros días, la iglesia fue llamada una y por lo general en ese momento la gente estaba pensando en la iglesia visible y estaban pensando en que la Iglesia Católica Romana era la única iglesia real, y así por el estilo.
Pero sabemos que eso no existe. Hoy en día no hay una unidad de la iglesia visible en nuestro mundo. ¿Significa eso que: A) no hay unión de la verdadera iglesia; y B) que Cristo como nuestro Intercesor ha fracasado? No si realmente te aferras al concepto de la iglesia invisible como Agustín lo había explicado. Porque existe una unidad existente, auténtica, real y genuina de la iglesia de Jesucristo. Y esa unidad se encuentra a través de líneas confesionales en la comunión invisible, en la comunión de santos a la que hemos aludido anteriormente. Cuando hablé, en nuestra sección de soteriología, sobre lo que significa estar en Cristo, adelanté esta idea de la iglesia como el communio sanctorum. Llegaremos al sanctorum después, cuando lleguemos a lo santo.
Pero el communio es esa frase en el Credo del Apóstol que decía: «Creo en… la comunión de los santos». Eso no es decir: «Creo en el sacramento de la Cena del Señor». Se trata de una comunión ininterrumpida que existe entre todos los verdaderos cristianos en virtud de su unión común en Cristo. Como mencioné, cualquiera que sea cristiano está en Cristo y Cristo está en él. Y esa unión mística no solo se aplica al individuo, como a mí o a ti en tu relación personal con Cristo, sino que, si tienes una unión mística con Cristo y tu prójimo tiene una unión mística con Cristo, entonces por extensión tienes una unión – una unión espiritual – con tu prójimo ya que el eje de esa unión se encuentra en Cristo mismo. Y así que, ahí ya existe una unidad espiritual de la iglesia invisible en este mundo. Y eso no hay que menospreciar. Cuando decimos que Cristo fracasó en su oración debido a nosotros o lo que sea, no me agrada ese tipo de pensamiento. Es decir, para mí es impensable que nuestro Gran Sumo Sacerdote, en su oración de intercesión, fuera un fracaso absoluto.
Creo que lo que Cristo oró ha sido contestado. Hay una unidad que todos los cristianos disfrutan en este momento: una unidad de misión donde tenemos un Señor, una fe y un bautismo en esencia. Y admito que tenemos desunión en las iglesias visibles, pero yo – yo creo que eso es importante – de ninguna manera irrelevante. Pero no tan importante como la realidad de la unidad de la que disfrutamos en virtud de nuestra comunión compartida en Cristo y en la iglesia invisible. En otras palabras, ahora mismo tenemos que decir que la iglesia visible no es una. Son muchas. Pero la iglesia invisible es una y no debemos menospreciar eso. Y a veces algunas de las motivaciones para la unidad visible son muy poco piadosas. Y la ironía es que cada vez que dos iglesias se fusionan, terminan con tres iglesias en lugar de una.
Siempre tienes los dos grupos que se fusionan en uno. Siempre tienes una parte de esos dos grupos que están insatisfechos y salen y comienzan su propia iglesia. Ahora tienes el grupo de la unión, ahora tienes tres iglesias visibles pensando que ibas a tener una. Eso pasa siempre. Pero, en todo caso, esto también significa que, debido al factor de unidad, tenemos que ser conscientes de hacer lo imposible para tratar de preservar la unidad con otros cristianos profesantes. No de manera ingenua. Hay momentos en que debes romper la comunión con otros grupos e instituciones. Y – podrías – o debes trazar líneas de hasta qué grado puedes cooperar con ellos. Pero en lo principal, nuestra actitud básica debe ser hacer lo imposible para ser uno con tantos cristianos profesantes como sea posible. Las iglesias se dividen con mucha facilidad y por muchas cosas y a menudo no lo hacen por asuntos realmente sustanciales. Es decir, uno no negocia lo esencial del Evangelio, eso es seguro. Pero estar peleándose de boca a boca por asuntos menores de la fe es algo que es una cosa muy seria.
Bueno, vemos que la iglesia no solo es ‘una’ en este sentido, sino que también es ‘santa’. ¿Cómo puede ser que veamos la iglesia visible y la llamemos santa? Desde una perspectiva creo que hay que decir que la iglesia es la institución más corrupta sobre la faz de la tierra. Ustedes dirán: ‘Espera un minuto. Eso es un poco extremo. ¿No crees que la mafia italiana es más corrupta, o el gobierno central es más corrupto que la iglesia cristiana? Depende de cómo establezcas y evalúes la corrupción. La forma en que Dios lo hace es: ‘A quien se le da mucho, se le demandará mucho’. Y la corrupción se mide por su grado relativo respecto a sus dones y su propósito. Ninguna institución sobre la faz de esta tierra ha sido tan dotada como la iglesia cristiana. Ninguna institución ha recibido una misión más sagrada que la iglesia visible de Jesucristo.
Entonces, lo que estoy diciendo es, hablando relativamente, que cuando no obedecemos esa misión y permitimos que la corrupción de la carne entre en esta institución, entonces, hablando relativamente, es más corrupta. Sin embargo, aquí no estamos diciendo: muchas, totalmente decadentes, locales y no apostólicas. Eso no es lo que estamos diciendo. Seguimos diciendo que la iglesia es santa. ¿Por qué? ¿Por qué es santa? En primer lugar, el significado principal del término «santo» bíblicamente es aquello que es apartado, que es consagrado. De nuevo, la definición misma es ekklesia, los que son llamados. Aquellos que son apartados del mundo, que están consagrados a una misión sagrada, a una tarea santa, son apartados de esta institución para que la iglesia sea santa siempre que la iglesia tenga una vocación sagrada.
La iglesia tiene una misión sagrada. Y es la única institución en la historia del mundo a la que Dios ha dado una garantía absoluta de que, en el análisis final, prevalecerá. Nadie dice que las puertas del hades no prevalecerán contra la General Motors. O contra los Estados Unidos de América. O contra el Imperio Romano. Estas instituciones vienen; estas instituciones van. Pero la iglesia de Jesucristo prevalecerá. Ahora, por supuesto, tengo que decir rápidamente que esa referencia que acabo de hacer a las puertas del hades, las puertas del infierno, por supuesto, son una defensiva: las puertas eran mecanismos defensivos en el mundo antiguo, y cuando Jesús dijo que las puertas del hades no prevalecerán contra su iglesia, eso significa que la iglesia está llamada a ser un ejército ofensivo atacando los bastiones de Satanás y que Satanás no puede soportar el poder que ha sido investido en la iglesia visible que Cristo ha establecido.
Bueno, ¿en qué otro sentido es la iglesia santa? Es santa porque es la institución que está compuesta sustantivamente por personas que son habitadas por Dios el Espíritu Santo. Esta es la institución del Espíritu Santo. Ahora, pueden encontrar al Espíritu Santo obrando en las vidas de las personas en muchas otras instituciones, pero la única institución en este mundo que ha sido el punto central de la concentración del ministerio de Dios el Espíritu Santo es la iglesia. Si les preguntara: «¿De dónde te sacó Cristo?», muchos de ustedes dirían: Llegué a ser cristiano fuera de la iglesia visible’. Llegué a ser cristiano fuera de la iglesia visible. Sin embargo, escuché por primera vez las Escrituras, escuché por primera vez la verdad, dentro de la iglesia visible y si debía ser alimentado como cristiano, tenía que estar en la iglesia visible. Porque, aunque los medios de la gracia divina de Dios no se limitan a la iglesia local y visible, se concentran allí.
Miren a Israel en el Antiguo Testamento. No todos los que estaban en el campamento visible de Israel fueron salvados. Pablo trabaja ese punto en Romanos. No todos los israelitas eran de Israel. Y aquí había gente no israelita que era salvada. Y entonces Pablo hace una pregunta retórica: ¿Qué ventaja había entonces en ser judío? Y, ¿qué es lo que dice? Ninguna. No, él dice ‘mucho en todos los sentidos’. Porque primero tuvieron los oráculos de Dios. Es en la iglesia donde tenemos la concentración más pesada de la predicación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, la adoración de Dios en las reuniones grupales, etc.
Así que, aquí es donde el ministerio del Espíritu Santo no se encuentra exclusivamente, sino que se concentra. Y ahí es donde las personas que han sido habitadas por el Espíritu se reúnen en comunión. Y así en la medida en que este es el dominio – el dominio principal del Espíritu Santo y aquí es donde están los hagioi, donde los santos se reúnen, se puede decir que la iglesia es ‘una’ y ‘santa’.