Reconocer nuestra enemistad
17 octubre, 2023Definir la voluntad de Dios
17 octubre, 2023Restaurar nuestra relación
El hombre no regenerado es descrito constantemente como alguien que está en un estado de alienación y enemistad. Esta es la condición que hace que la reconciliación sea necesaria. La reconciliación es necesaria solo cuando existe un estado de enajenación entre dos o más partes. Como seres caídos, la enajenación es el estado natural de nuestra relación con Dios.
¿Cómo somos enemigos de Dios? Jonathan Edwards entrega un resumen detallado del problema. Él enumera varios puntos de tensión entre Dios y el hombre:
1. Por naturaleza, tenemos en poco a Dios. Lo consideramos indigno de nuestro amor o temor.
2. Preferimos mantenernos alejados de Dios. No tenemos ninguna inclinación natural a buscar Su presencia en oración.
3. Nuestra voluntad se opone a la ley de Dios. No somos súbditos leales de Su gobierno soberano.
4. Somos enemigos de Dios en cuanto a nuestros afectos. Nuestras almas tienen una semilla de malicia contra Dios. Somos rápidos para blasfemar y airarnos contra Él.
5. Somos enemigos de Dios en la práctica. Caminamos de una manera que es contraria a Él.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Examina tu condición espiritual a la luz de los cinco puntos de tensión entre Dios y el hombre que plantea Edwards.
Para estudiar más a fondo
Efesios 2: 14-16
Romanos 5:10